El autor comparte las razones del fracaso de su primera startup, «Den», con la esperanza de ayudar a otros emprendedores en una situación similar.

El camino del emprendimiento está lleno de altibajos, y el autor, ahora CEO de TableOne, no fue la excepción. En su relato, revela las lecciones clave que extrajo de la fallida experiencia con Den, una idea innovadora que no logró despegar.

Den pretendía ser una red de almacenamiento temporal en hoteles para objetos personales, una suerte de «Airbnb para tus pertenencias». A pesar de contar con la aceptación verbal de varios establecimientos para su piloto, y el interés de inversores potenciales como Y Combinator, el proyecto no logró materializarse como se esperaba.

Captura de pantalla de Den, la primera startup del autor de la notaCaptura de pantalla de Den, la primera startup del autor de la nota

A pesar del revés, esta experiencia dejó valiosas lecciones que orientaron al autor hacia el éxito con su segunda startup. La primera lección resonante es la importancia de la validación continua del producto. En ocasiones, sumergirse en la creación de un producto sin la retroalimentación real de los usuarios puede ser contraproducente.

Otro punto crucial es enfocarse en resolver un problema real en lugar de simplemente presentar un producto. Identificar la verdadera necesidad del mercado y asegurarse de que la solución propuesta sea relevante es fundamental para el éxito.

Asimismo, el autor destaca la importancia de involucrarse activamente en el desarrollo inicial del producto, en lugar de delegar esta tarea prematuramente. Construir una base sólida antes de externalizar puede marcar la diferencia en la viabilidad de la startup.

La gestión del equipo también es clave. Mientras más integrantes tenga un equipo, mayor será la complejidad en la toma de decisiones. Es fundamental tener un equilibrio entre talento y agilidad para evitar la burocracia que puede lastrar el progreso.

Finalmente, el autor hace hincapié en la importancia de enfocarse en la solución en sí, en lugar de buscar validaciones externas como reconocimientos o financiamiento. La construcción del producto debe ser la prioridad, por encima de cualquier otra consideración.

En resumen, el camino del emprendimiento está marcado por los errores y aprendizajes. Del fracaso de Den, el autor extrajo las lecciones necesarias para impulsar su siguiente emprendimiento hacia el éxito, demostrando que cada revés es una oportunidad de crecimiento y mejora.

Juan Pablo Cortez

Bogotá (Colombia), 1989. Apasionado por la investigación y el análisis de temas de interés público. Estudió comunicación social en la Universidad de Bogotá y posteriormente obtuvo una maestría en periodismo investigativo en la Universidad de Medellín. Durante su carrera, ha trabajado en diversos medios de comunicación, tanto impresos como digitales, cubriendo temas de política, economía y sociedad en general. Su gran pasión es el periodismo de investigación, en el cual ha destacado por su habilidad para descubrir información relevante y sacar a la luz temas que a menudo se mantienen ocultos.