El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha cuestionado la adquisición de trenes de alta velocidad a la empresa Talgo en 2016, calificándola de «muy arriesgada». En una reciente entrevista, Puente ha destacado la problemática en el sistema ferroviario español, especialmente a raíz de las fallas presentadas en los trenes modelo S106 de Talgo.
Puente ha lamentado la decisión tomada en el concurso de 2016, donde Renfe adjudicó a Talgo la construcción y mantenimiento de 30 trenes de alta velocidad por un valor de aproximadamente 1.500 millones de euros, un 43% por debajo del precio de licitación. La compra de trenes que aún no existían y que han presentado problemas desde su recepción en primavera ha generado una serie de inconvenientes en la red ferroviaria.
El ministro ha reconocido la mejoría en el servicio por parte de Talgo en la última semana, asignando un técnico a cada convoy y evitando incidencias significativas como las ocurridas en la estación de Chamartín. Sin embargo, Puente ha alertado sobre las pérdidas económicas en el sistema de alta velocidad, cifrando en 230 millones de euros las pérdidas conjuntas de Renfe, Ouigo e Iryo, y considerando inviable mantener el ecosistema ferroviario en estas condiciones.
Además, Puente ha enfatizado la importancia de la inversión en infraestructuras llevada a cabo por el Gobierno de coalición, destacando el impacto positivo en la red existente. Asimismo, ha señalado los cambios en las políticas de indemnizaciones por retrasos y el aumento en el número de usuarios diarios, lo que ha generado una mayor demanda de servicios en el sector ferroviario.
En conclusión, Óscar Puente ha instado a repensar el modelo de alta velocidad en España para garantizar su sostenibilidad económica a largo plazo y mejorar la calidad del servicio ofrecido a los ciudadanos.