El Supremo cierra la puerta a que los abuelos pidan un régimen de visitas

La relación entre abuelos y nietos es fundamental en el desarrollo emocional de los más pequeños. Sin embargo, ¿bajo qué circunstancias los abuelos pueden solicitar un régimen de visitas si ya tienen contacto con sus nietos? El Tribunal Supremo ha marcado un precedente al respecto en una reciente resolución.

El caso se originó a partir de un conflicto judicial que se extendió desde septiembre de 2009. En esta ocasión, una abuela demandó a su nuera para poder pasar más tiempo con su nieto, solicitando una tarde a la semana, tres semanas al mes y una semana en julio. A pesar de que el juzgado de primera instancia rechazó su petición al constatar que ya veía al niño cuando este estaba con su padre, la Audiencia Provincial de Pontevedra le concedió pasar tres tardes al mes con su nieto.

Sin embargo, el Tribunal Supremo revocó esta decisión, estableciendo que los abuelos no tienen derecho a exigir un régimen de visitas sin un motivo justificado si los progenitores no les impiden ver a los niños. Es decir, la existencia de un contacto regular entre abuelos y nietos puede ser determinante a la hora de solicitar un régimen de visitas adicional.

Es importante tener en cuenta que, según el artículo 160 del Código Civil, se establece que no podrán impedirse sin justa causa las relaciones personales del menor con sus hermanos, abuelos y otros parientes. En este sentido, los abuelos solo podrán invocar su derecho a un régimen de visitas si cuentan con motivos suficientes que lo justifiquen.

En definitiva, la decisión del Tribunal Supremo deja claro que la solicitud de un régimen de visitas por parte de los abuelos debe fundamentarse en situaciones en las que se demuestre la necesidad de mantener y fortalecer el vínculo afectivo con sus nietos, siempre respetando el bienestar y los intereses de los menores involucrados.

Mantener la armonía familiar

Es fundamental buscar siempre el equilibrio en las relaciones familiares, especialmente cuando se trata de la conexión entre abuelos y nietos. La comunicación abierta y el diálogo entre las partes pueden ser clave para evitar conflictos y encontrar soluciones que beneficien a todos.

En conclusión, el derecho de los abuelos a un régimen de visitas dependerá en gran medida de la situación particular de cada familia y de la relación existente entre las partes. Es fundamental actuar con sensatez y empatía en aras de preservar el bienestar emocional de los más pequeños y fomentar la unidad familiar.

Mercedes Cruz Ocaña