La presencia de ‘influencers’ del fitness en redes sociales ha crecido de forma exponencial en los últimos años, inundando nuestros feeds con rutinas de entrenamiento, tips de alimentación y mensajes motivacionales. Uno de los referentes en este ámbito es Verónica Costa, más conocida como Vikika, quien cuenta con más de 1 millón de seguidores en Instagram y ofrece programas de entrenamiento en su cuenta Entrena virtual.

La pandemia aceleró la tendencia hacia el entrenamiento en casa, con personas como Pilar Cámara y Aída Sanz encontrando en las redes sociales el apoyo necesario para mantenerse activas y saludables. La flexibilidad de poder entrenar en cualquier momento y lugar, siguiendo las indicaciones de ‘youtubers’ o ‘influencers’, ha resultado fundamental para muchas personas que buscan mejorar su bienestar físico y mental.

Esta nueva forma de acceder al ejercicio ha impactado también en la vida de profesionales como Cristina Gómez, quien ha integrado los entrenamientos de Vikika en su rutina diaria, destacando la importancia de la constancia y la motivación para mantenerse en forma.

Sin embargo, como señala María José Camacho, experta en Educación Física, la estética y la salud a menudo se entrelazan en los mensajes de los ‘influencers’ del fitness, generando expectativas a veces poco realistas sobre el cuerpo ideal. Esta presión por alcanzar una imagen perfecta puede tener consecuencias en la autoestima y la salud mental de quienes se ven influenciados por estos contenidos.

¿Es realmente posible todo lo que nos muestran?

La idea de que «si quieres, puedes» transformar tu cuerpo y tu mente a través del ejercicio se difunde ampliamente en las redes sociales, pero es importante tener en cuenta las diferentes realidades y contextos de cada persona. Factores como el nivel socioeconómico pueden limitar el acceso a determinadas prácticas deportivas o recursos enfocados en el fitness, lo que pone en perspectiva el discurso motivacional imperante en muchas cuentas.

También es relevante señalar, como apunta Lorena Cos, psicóloga deportiva, que la exposición constante a imágenes de cuerpos «perfectos» y vidas idealizadas puede generar comparaciones nocivas y contribuir a la aparición de trastornos como la ansiedad o la depresión. La falta de asesoramiento profesional y la promoción de hábitos poco saludables son riesgos adicionales asociados a seguir consejos de ‘influencers’ del fitness sin un enfoque crítico.

Motivación y aceptación corporal

Desde una mirada crítica, es fundamental reflexionar sobre el impacto de estos contenidos en nuestra percepción del cuerpo y en nuestras metas personales. La cercanía y autenticidad que proyectan los ‘influencers’ del fitness pueden resultar inspiradoras, pero también es importante cultivar una autoestima sólida y valorar la diversidad corporal por encima de los estándares de belleza impuestos.

La labor educativa y pedagógica, como la investigada en el proyecto ‘Salud Digital y Educación de la UCM’, puede jugar un papel crucial en el desarrollo de una mentalidad saludable respecto al ejercicio y la imagen corporal. Aprender a cuidar, aceptar y querer nuestro cuerpo sin caer en la obsesión por la perfección es un desafío constante que requiere un equilibrio entre la motivación personal y la salud integral.

Adrian Cano

Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica. Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales,  es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.