Clientes en una tienda en Madrid
Clientes en una tienda en Madrid
Attila Balazs (AP)

La propuesta de reducción de la jornada laboral en España ha generado controversia en el sector del gran consumo. Las 21 grandes empresas que conforman la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), donde destacan nombres como El Corte Inglés, Carrefour, Ikea, Alcampo o MediaMarkt, han expresado su preocupación ante esta medida.

Según el comunicado emitido por Anged, la reducción de la jornada laboral planteada por el Gobierno supondría un coste para las empresas de 2.900 millones de euros. Esta medida, que busca establecer un máximo de 38,5 horas semanales en 2024 y 37,5 horas en 2025, ha sido criticada por el gran consumo por considerarla impuesta y al margen del diálogo social.

Anged destaca que el último convenio de grandes almacenes firmado en marzo de 2023 contemplaba una jornada laboral de 1.770 horas al año, con incrementos salariales significativos y medidas de conciliación que permitían anualizar la jornada para adaptarse a los picos de actividad del sector.

En este sentido, el impacto económico de la reducción de la jornada laboral se estima en 461 millones de euros para las empresas de Anged, que verían un aumento del coste laboral del 5,8% debido a la pérdida de horas de trabajo anuales.

Si se considera el efecto en todo el comercio minorista, el coste ascendería a 2.888 millones de euros. Yolanda Fernández, economista jefe de Anged, resalta que este ajuste afectaría especialmente a las empresas asociadas, que representan el 12,3% del empleo en el sector, debido a que la mayoría de su plantilla está compuesta por asalariados, a diferencia del resto del comercio donde hay un gran número de autónomos.

Adicionalmente, se destaca que la reducción de la jornada laboral podría ampliar la brecha de productividad entre grandes y pequeñas empresas del sector. Las grandes empresas del gran consumo poseen una productividad un 21% por encima de la media del comercio minorista, y esta diferencia podría aumentar ante las dificultades que enfrentarían las pymes para flexibilizar sus turnos de trabajo.

En resumen, la reducción de la jornada laboral propuesta por el Gobierno tiene un impacto significativo en el gran consumo español, generando preocupación en el sector y planteando retos en términos de productividad y costes laborales para las empresas.

Mercedes Cruz Ocaña