Barcelona se postula para acceder a los fondos de la nueva convocatoria del Govern, en el marco de la reedición de la Ley de Barrios. Este ambicioso proyecto, que cuenta con un presupuesto de 25 millones de euros, es financiado a partes iguales entre el Ayuntamiento y la Generalitat, y tiene como objetivo principal la rehabilitación de viviendas en la emblemática zona de Ciutat Vella.
Mejorando la vida en Ciutat Vella
El plan aborda dos aspectos clave: la rehabilitación de viviendas en fincas de alta complejidad, donde la administración ayuda a los vecinos que no pueden gestionar las obras, y la instalación de ascensores en un distrito donde el 75% de los edificios los carecen. Esta carencia ha contribuido al aislamiento de una población mayoritariamente envejecida.
En una conferencia de prensa reciente, el alcalde Jaume Collboni presentó esta candidatura junto a Àlex Montes, director general de Fomento de Ciudad. La subvención solicitada asciende a un máximo de 12,5 millones de euros, destinados a enfrentar los desafíos específicos de esta parte de la ciudad. Según Collboni, los fondos se destinarán principalmente a la instalación de ascensores en edificios de más de dos plantas, a un programa de rehabilitación integral de fincas complejas, y a la renovación de la antigua fábrica de Can 60 en el Raval, que incluirá 10 viviendas sociales.
Un paso hacia la inclusión
Collboni celebró el «hecho histórico» que representa la reactivación de la Ley de Barrios por parte de la Generalitat, una estrategia que ya había sido implementada durante los gobiernos de Pasqual Maragall y José Montilla, y recuperada luego por Barcelona con la exalcaldesa Ada Colau a través del Plan de Barrios. Este programa no solo se centra en obras de infraestructura y equipamientos, sino que también impulsa proyectos comunitarios y acciones «tractor» que buscan transformar la dinámica social del vecindario, reduciendo así las desigualdades.
En el marco del plan municipal, ya se están realizando progresos en 27 barrios prioritarios de la ciudad. Esta estrategia tiene como meta no solo el desarrollo físico, sino también el bienestar social de los vecinos, abordando sus necesidades de manera estructural. Respecto a Ciutat Vella, Collboni subrayó las «importantes inversiones» en curso y mencionó que la subvención destinada a la Ley de Barrios completará diversas «actuaciones micro» que se están realizando en la zona.
El desafío de revitalizar Ciutat Vella conlleva un compromiso claro: mejorar la calidad de vida de sus habitantes y construir un futuro más inclusivo y equitativo.
