Aplicaciones como ChatGPT han abierto la inteligencia artificial al gran público mas, alén de este caso puntual, esta tecnología tan solo se halla en los principios de un emocionante camino en el que España desea posicionarse.

Y a juzgar por las consideraciones de la gestora de venture capital paneuropea Samaipata, condiciones para conseguirlo no le faltan al ecosistema emprendedor de España. «Hay talento, experiencia emprendedora y capital para arrancar proyectos donde la inteligencia artificial tenga un peso muy relevante, así sean proyectos anteriores que usan esta tecnología como catalizador o los modelos AI first».

Así lo explica a D+I José del Barrio, fundador de la gestora, quien estima que estamos «muy al comienzo» de un proceso transformador que explote todo el potencial de la inteligencia artificial.

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Samaipata desea ser uno de los actores protagonistas de esta meta y, por esta razón, el venture capital ha puesto el foco en dos mil veintitres en este tendencia tecnológica y contempla entre doce y quince nuevas inversiones en proyectos de IA, de las que, conforme explica a D+I José del Barrio, «más o menos la mitad habrían de ser en España y el resto en Europa«.

Samaipata ya contaba en su porfolio con proyectos que contemplan la inteligencia artificial señalados, mas la circunstancia les lleva ahora a reforzar su apuesta por este género de tecnología con la mirada puesta en el futuro y el enorme impacto que va a tener a medio y a largo plazo su aplicación en campos como la salud o los sistemas de finanzas.

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Allisone y PropHero son los nombres propios con los que Samaipata ya se ha arriesgado en el uso de la inteligencia artificial. El primero es una solución que asiste a los dentistas en el diagnóstico por imagen empleando la IA. El segundo caso debe ver con el ámbito inmobiliario y usa la inteligencia artificial para precualificar ocasiones de inversión atractivas de forma escalable.

A estas ideas, Samaipata espera sumar ahora otras propuestas que dejen avanzar en la penetración de la inteligencia artificial en nuestra sociedad, ya que, alén de aplicaciones como ChatGPT, su implantación en el día a día de usuarios y negocios es aún limitadísima.

Está todo por hacer en aplicaciones basadas en IA; los avances en esta tecnología van a demandar reescribir y expandir la industria del software

José del Barrio, fundador de Samaipata

«Está todo por hacer en lo que se refiere a aplicaciones basadas en inteligencia artificial. Los avances en IA van a demandar reescribir y expandir la industria del software y los modelos de negocio digitales», agrega Del Barrio.

Respecto a la enorme expectación que está provocando esta tendencia en el ámbito tecnológico, en Samaipata destacan que «el origen del interés de los emprendedores e inversores en la IA generativa está en el impacto que las soluciones basadas en IA pueden producir en las personas o negocios».

Según estimaciones recientes, la inversión en compañías de inteligencia artificial alcanzó los 170.000 millones de dólares estadounidenses en 2021 y se espera que estos volúmenes prosigan medrando a gran ritmo pese a la ralentización general del mercado tecnológico.

La inversión en compañías de inteligencia artificial alcanzó los ciento setenta millones de dólares estadounidenses en dos mil veintiuno .

Samaipata adelanta que la adopción empezará por las industrias u oficios donde el margen de fallo es más aceptable e inclusive deseable, como en campos creativos, y madurará gradualmente cara casos de uso considerablemente más precisos, críticos y regulados como la salud o los servicios financieros.

«En un planeta en que estos modelos puedan ser entrenados con suficientes datos clínicos, ocasionalmente una personal de un país subdesarrollado puede tener acceso a un nivel de diagnóstico equivalente a la persona en el país más rico del planeta con los mejores servicios de salud. Pero aún no estamos ahí», narra a D+I el fundador de Samaipata.

El reto: crear una infraestructura propia

Por otra parte, desde el venture capital explican que el potencial de la IA radica en parte en llevar a un nivel superior «la multiplicación de la productividad que ha traído el software a un sinfín de procesos en las últimas décadas. O aún mayor, puesto que el software trabaja con datos y procesos parcialmente estructurados, que son limitados por naturaleza, al tiempo que la inteligencia artificial puede navegar ambientes mucho menos estructurados y espontáneos».

Esto último podría traducirse en una «adopción más receptiva de estas soluciones por unas partes de segmentos de la población o campos menos digitalizados, al poder interaccionar con ellas de forma menos estructurada».

Para Samaipata, estamos frente a un punto de cambio que atraerá mucho talento e innovación a la inteligencia artificial y que rentabilizarán start-ups de éxito en España.

Desde Samaipata advierten de que las ocasiones no terminan en soluciones para el usuario final. «Conforme la IA se integra en procesos de forma crítica y escalable, es preciso crear una infraestructura y herramientas propias para administrarla de forma eficiente: aspectos como seguridad, protección de datos, colaboración, originalidad, auditoría, compliance y un largo etc.», asevera José del Barrio.

El despegue de la inteligencia artificial se genera en un contexto muy conveniente para la «inversión y la creación» de start-ups -singularmente en etapas tempranas- en este país. «De ahí que contemplemos, en verdad, más inversiones que jamás». El fundador de Samaipata estima que 2023 ha empezado con grandes perspectivas para los emprendedores españoles. 

2023 arranca de forma muy conveniente para la inversión y la creación de start-ups, contemplamos más inversiones que nunca; iremos muy rápido

José del Barrio, fundador de Samaipata

Y resalta, entre esos ítems que apuntan al optimismo, la mayor capacidad que tienen ahora las start-ups para captar y retener talento. «La exuberancia de capital de la última década hacía verdaderamente bastante difícil contratar pues las grandes tecnológicas se quedaban con los mejores aspirantes. Y si los lograbas, te los quitaban».

«Además, hacerse un nombre en la mitad del estruendos que había -a nivel de marketing, ventas…-, con tantas empresas con mucho dinero, era muy complicado», agrega Del Barrio.

Reclutar talento: más simple para la startup

Para el inversor, ahora atravesamos una situación completamente opuesta que favorece a las start-ups y al talento. «Conseguir capital en fases tardías es un enorme reto, mas reclutar talento es más simple que jamás pues hay empleados muy válidos que salen de empresas tecnológicas, de las grandes y de las no tan grandes, que se transforma en una ocasión enorme para edificar una start-up».

Destacar sobre el resto es, por otro lado, asimismo más fácil. «Hay mucho menos presupuesto para marketing de nuestros contendientes y menos presión por lo general».

En este contexto, Del Barrio es tajante: «Es un buen instante, pensamos ir este año muy rápido«. 

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