España ha logrado convencer a la Unión Europea de que no le aplique una sanción por déficit excesivo, lo que la exime de la advertencia fiscal que sí recibirán otros países que no hayan reducido sus números rojos por debajo del 3% del PIB este año. Según fuentes comunitarias consultadas por Forbes Hispano, tanto el Gobierno español como la Comisión Europea coinciden en que España cumplirá con ese límite este año y lo rebajará aún más en 2025. Esta reducción adicional habría sido determinante para evitar la sanción, ya que la norma exige que los déficits de los Estados miembros estén por debajo del 3% del PIB.

Durante semanas, representantes del Gobierno español han estado dialogando con los funcionarios de la Unión Europea para demostrarles que no era necesario aplicarle una penalización por déficit excesivo. Al parecer, los argumentos presentados por el equipo del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, han sido aceptados, y se ha evitado así que se inicie un procedimiento correctivo en las cuentas públicas de España. Entre los motivos esgrimidos se encuentra el hecho de que en 2023, el déficit público español fue del 3,6% y en 2020, durante lo peor de la pandemia, alcanzó el 10,1%, logrando una reducción de casi siete puntos en tres años. Se espera que esta tendencia a la baja se mantenga en 2024 y 2025, de acuerdo a las previsiones tanto españolas como europeas.

Aunque aún falta la decisión oficial por parte del Colegio de Comisarios, varias fuentes señalan que se confirmará que se aplicará este procedimiento de déficit excesivo a países como Italia, Francia, Polonia, Bélgica, Eslovaquia, Malta y Hungría. La inclusión de Francia en este grupo en medio de una campaña electoral complicada ha generado polémica, ya que el presidente Emmanuel Macron enfrenta diversos desafíos. Por otro lado, la reforma de las normas fiscales aprobada en abril impone planes de reducción de la deuda pública en España, que actualmente supera el 100% del PIB, por lo que será necesario negociar medidas de ajuste a partir de septiembre.

España ha logrado reducir su déficit gracias a una mejora en la recaudación impulsada por la inflación y el dinamismo de su economía, que es una de las que más crece en la zona euro. En los últimos años, el país ha superado las previsiones iniciales de déficit, mostrando una clara mejora en sus indicadores fiscales. Si bien eludir la sanción por déficit excesivo es un logro, el Gobierno español deberá seguir implementando medidas de ajuste para cumplir con las normas fiscales europeas y reducir su nivel de deuda.

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Mercedes Cruz Ocaña