El fenómeno de las viviendas de uso turístico en España ha tomado relevancia en los últimos años, generando un intenso debate entre diferentes sectores de la sociedad. Las siglas VUT se han convertido en parte habitual del lenguaje cotidiano en muchas ciudades, donde la proliferación de estos alojamientos ha impactado tanto en el mercado inmobiliario como en el turístico.

Según datos del INE, en febrero pasado España contaba con más de 350.000 viviendas turísticas, ofreciendo más de 1,75 millones de plazas. Esta cifra se acerca cada vez más a la capacidad hotelera del país, evidenciando el crecimiento exponencial de las VUT en poco tiempo.

Organizaciones como Exceltur han expresado su preocupación por el impacto de estas viviendas en el acceso a la vivienda, señalando que es uno de los principales problemas políticos en el país. A pesar de ello, desde Fevitur se defiende la importancia del turismo como motor económico y se aboga por una regulación consensuada entre el sector hotelero, los propietarios de VUT y el Gobierno central.

En este contexto, diversas comunidades autónomas y ayuntamientos han buscado regular el mercado de las viviendas turísticas, enfrentándose a un escenario complejo donde la normativa vigente varía en cada territorio. La subdirectora de la Cátedra Unesco de Vivienda de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona destaca la importancia de garantizar el cumplimiento de la normativa existente y fortalecer la capacidad de realizar inspecciones.

La situación en diferentes ciudades de España

Barcelona

Barcelona ha sido una de las ciudades pioneras en regular los pisos turísticos, con medidas como la moratoria de licencias y la lucha contra la oferta ilegal. Aunque el Ayuntamiento ha logrado reducir los apartamentos sin licencia, todavía enfrenta desafíos en este ámbito.

Madrid

En Madrid, el alcalde ha endurecido su postura contra las ilegalidades en el sector de las viviendas turísticas, aumentando las multas y anunciando restricciones a nuevas licencias. A pesar de ello, la oposición cuestiona la eficacia de estas medidas.

Canarias

En las Islas Canarias, el incremento de las viviendas vacacionales ha generado malestar entre la población local, especialmente en municipios como Yaiza y La Oliva, con altas proporciones de VUT. El Gobierno autonómico ha aprobado una regulación controvertida que limita la apertura de nuevos alojamientos turísticos en determinadas zonas.

Valencia

En Valencia, la proliferación de pisos turísticos ha llevado al Ayuntamiento a intensificar las inspecciones y a trabajar en una ordenanza municipal para regular este mercado. A pesar de los esfuerzos, la preocupación persiste entre las asociaciones de vecinos y comunidades de propietarios.

Conclusiones

El debate en torno a los pisos turísticos en España refleja la complejidad de un sector en constante crecimiento, donde confluyen intereses económicos, sociales y políticos. La necesidad de una regulación clara y efectiva se convierte en un desafío para las administraciones locales y autonómicas, en un intento por equilibrar el desarrollo turístico con el derecho a una vivienda digna para todos los ciudadanos.

Mercedes Cruz Ocaña