Las telecomunicaciones en Europa han logrado una notable reducción del 85% en el impacto de incidentes de seguridad en los últimos dos años, a pesar de que las amenazas cibernéticas continúan en aumento. Este hallazgo proviene del informe titulado ‘The Telecom sector’s contribution to Europe’s security and resilience’, elaborado por Copenhagen Economics y divulgado por Revista Emprendimiento.
Con el incremento de las ciberamenazas, el estudio revela que en 2024 las telecomunicaciones europeas experimentaron una pérdida de 1.700 millones de horas de conectividad debido a incidentes de seguridad. Esta cifra representa una disminución del 55% con respecto a 2023 y del 85% en comparación con 2022, según la Agencia de la Unión Europea para la Ciberseguridad (ENISA).
Capacidad de Respuesta y Necesidad de Inversión
El informe subraya la capacidad de respuesta robusta de los operadores, quienes están implementando sistemas y infraestructuras más resistentes, además de gestionar de manera más eficaz las barreras de seguridad. Sin embargo, advierte sobre la falta de un entorno regulatorio adecuado que estimule la inversión en este ámbito.
Alessandro Gropelli, director general de Connect Europe, destaca que para que Europa mantenga y fortalezca su resiliencia en seguridad, es fundamental que se realicen inversiones decisivas. “Es crucial mejorar el entorno de inversión en conectividad para que los operadores puedan reforzar aún más su seguridad”, afirma Gropelli, quien también insta a la UE a actuar de inmediato para fomentar un futuro digital europeo competitivo y seguro, a través de la inminente Digital Network Act, una regulación esencial en la que Bruselas está trabajando.
El trabajo propone tres áreas clave para la actuación política: apoyarse en un marco de inversión en seguridad y resiliencia, simplificar la regulación eliminando duplicidades y diseñar una estrategia europea de competencias en ciberseguridad para cerrar la brecha de talento.
Conectividad: Un Pilar Fundamental
Las redes de telecomunicaciones son mucho más que un medio de conexión; son la base de servicios esenciales como plataformas OTT, seguridad digital y soluciones en la nube. Sin estas infraestructuras, muchos de estos servicios no existirían. En 2024, el 88% de los ciudadanos de la UE se conectó a internet diariamente, con un incremento de 52 puntos porcentuales desde 2007, mientras que el 77% realizó compras online. Dos de cada tres usuarios utiliza dispositivos conectados, lo que resalta la importancia de la seguridad y resiliencia en el sector.
El ámbito empresarial también depende en gran medida de estas redes, que son fundamentales para la productividad e innovación. En 2024, el 99% de las empresas europeas contaba con acceso a internet, y el 53% llevó a cabo reuniones virtuales como parte de su rutina diaria. Además, el 24% de los ingresos empresariales provino del comercio electrónico.
La administración pública también se beneficia de estas redes, garantizando un acceso a servicios digitales seguros y eficientes. En 2023, el 69% de los ciudadanos de la UE accedió a páginas gubernamentales y el 41% utilizó sistemas de identificación electrónica.
La Seguridad Digital como Prioridad Estratégica
La creciente importancia estratégica de las telecomunicaciones no ha pasado desapercibida. La OTAN ha instado a sus miembros a destinar hasta el 1,5% del PIB para proteger infraestructuras críticas, reconociendo la seguridad digital como un pilar de la defensa nacional, como indica el informe.
Neil Gallagher, director de Copenhagen Economics, menciona que “redes seguras y resilientes son esenciales para proteger datos sensibles y sostener sectores críticos”. El estudio enfatiza no solo los riesgos existentes, sino también las soluciones disponibles para los responsables políticos.
A pesar de los esfuerzos considerables que los operadores están realizando para salvaguardar sus redes, mantener y expandir estas medidas representa un desafío creciente. La falta de inversión en seguridad y resiliencia no solo afecta a un sector específico, sino que podría generar riesgos sistémicos para toda la economía. En este mundo hiperconectado, los operadores de telecomunicaciones no solo están conectando Europa: están protegiéndola.