En ciudades como San Francisco, Los Ángeles, Phoenix, Austin y Atlanta, la visión de un automóvil sin conductor ya no causa sorpresa. En estas urbes, Waymo, la división de conducción autónoma de Alphabet, ha lanzado un innovador servicio de robotaxis que permite a los pasajeros desplazarse sin la presencia de un conductor de seguridad. La expansión de este servicio continuará pronto hacia Washington y Miami, marcando un hito en la movilidad urbana.
Tesla no se queda atrás y ha introducido un servicio de coches autónomos en modo de prueba, llegando el pasado verano a las calles de Austin y San Francisco. Además, Uber se asoció con la startup china Pony.ai para lanzar un servicio de robotaxis, en lo que representa una colaboración entre empresas de países en apariencia rivales.
### La Competencia entre Waymo y Tesla
En el terreno de la conducción autónoma, los dos titanes a nivel estadounidense son Waymo y Tesla. Luis Miguel Bergasa, catedrático en el Departamento de Electrónica de la Universidad de Alcalá, destaca que Waymo lleva la delantera, aunque Tesla se acerca con una estrategia distinta que busca reducir costos a futuro. Sin embargo, Waymo, con más de 32 millones de kilómetros recorridos por sus vehículos, ofrece una tecnología más sofisticada gracias a la integración de sensores como LiDAR, radar y cámaras de alta precisión.
Por otro lado, Tesla se basa principalmente en un sistema de cámaras. Esto les permite recoger datos valiosos, a pesar de que requieren una inmensa cantidad de información visual para funcionar de manera óptima. La compañía ha reportado que sus vehículos han circulado ya 3.600 millones de kilómetros utilizando su plataforma de asistencia de conducción conocida como FSD (Full Self-Driving).
### El Contexto Geopolítico de la Innovación
Además de la competencia tecnológica, hay una dimensión geopolítica en juego. Según Ana Paul Tomillo, directora de Innovación Tecnológica en el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), la carrera por la conducción autónoma está marcada por el apoyo gubernamental en China y la urgencia de Estados Unidos de innovar. Mientras que en China, empresas como Baidu y startups como Xpeng avanzan rápidamente en la adopción de vehículos autónomos, Estados Unidos ha flexibilizado regulaciones para estimular su industria.
Bergasa también resalta que el enfoque tecnológico difiere: los vehículos en China tienen la capacidad de comunicarse entre sí y con la infraestructura vial, lo que los hace más eficientes. A pesar de que Estados Unidos tiene una ventaja por ahora, el ritmo de crecimiento de China es notable.
### Europa: Atrasada pero Proactiva
Europa, por su parte, parece ir a la zaga en la carrera de la conducción autónoma, centrando más su atención en las normativas de emisiones. A pesar de que las marcas europeas como Mercedes, Audi y BMW tienen prototipos en desarrollo, aún no alcanzan el nivel de Waymo y Tesla.
Ana Paul destaca los esfuerzos de la Unión Europea por recuperar competitividad a través de la digitalización y la automatización, proponiendo una alianza para vehículos autónomos que permita crear corredores transfronterizos.
### La Prioridad: Seguridad y Confianza
El aspecto más crítico en la implementación de vehículos autónomos sigue siendo la seguridad. A la hora de ganar la confianza del público, el sistema multisensor de Waymo se considera más seguro en comparación con el enfoque basado en cámaras de Tesla. Así, mientras Estados Unidos y China continúan su carrera tecnológica, ambos tendrán que garantizar la seguridad de sus sistemas antes de expandir su tecnología a nuevas fronteras.
La carrera por la conducción autónoma sigue tomando forma, y las decisiones que se tomen hoy definirán el futuro de la movilidad. Con avances y tensiones en el ámbito tecnológico y geopolítico, el escenario es tanto competitivo como colaborativo. En este dinámico contexto, la clave será encontrar un equilibrio entre innovación, seguridad y confianza del consumidor.