Personas caminando con el móvil en la mano

En la actualidad, el uso del teléfono móvil se ha vuelto tan habitual que muchas personas lo utilizan mientras caminan por la calle. Sin embargo, esta práctica conlleva riesgos para la salud y el bienestar, más allá de los posibles accidentes que puede provocar, como alertaba la DGT en 2015.

Uno de los impactos negativos de usar el móvil mientras caminamos es el cambio en nuestra postura corporal. Sujetar el teléfono hace que perdamos el braceo, el balanceo natural de los brazos al andar, lo cual afecta la estabilidad y eficiencia al caminar. Además, la posición del brazo al sostener el móvil puede ocasionar dolores en el hombro debido a la tensión extra.

Por otro lado, la postura de la cabeza al inclinarla hacia la pantalla del dispositivo genera una flexión pronunciada en la columna cervical, causando estrés en la musculatura del cuello y la espalda. Esta posición inadecuada puede derivar en dolores tanto en la región craneocervical como en la zona del hombro y la cintura escapular, además de afectar la capacidad de controlar el equilibrio durante la marcha.

Consecuencias en la marcha y la atención

El uso del móvil al caminar también afecta la forma en que desplazamos nuestro cuerpo. Estudios han demostrado que caminar mientras se envían mensajes reduce la velocidad y aumenta la desviación, además de provocar pasos más cortos o anchos para mantener el equilibrio. Asimismo, el nivel de carga cognitiva de la actividad en el teléfono influye en cómo caminamos y en nuestra capacidad de reacción ante estímulos externos.

La falta de atención al entorno al concentrarnos en el móvil puede resultar en una marcha menos fluida, con pasos irregulares e inestables, lo cual incrementa el riesgo de tropiezos, caídas o accidentes. Además, el estrés visual causado por la fatiga de la acomodación de los ojos al alternar la mirada entre la pantalla del móvil y el entorno circundante puede dificultar la adaptación a obstáculos o situaciones inesperadas.

Recomendaciones y conclusiones

Para evitar los efectos negativos de utilizar el móvil al caminar, es importante practicar la conciencia plena y limitar su uso mientras nos desplazamos. Dejar el teléfono en el bolso o el bolsillo durante el paseo puede contribuir a mantener una postura más adecuada, prevenir dolores musculares y mejorar nuestra atención en el entorno.

En resumen, es fundamental ser conscientes de los riesgos que implica el uso del móvil mientras caminamos y tomar medidas para proteger nuestra salud y bienestar. Priorizar la seguridad y la atención plena al desplazarnos a pie nos permitirá disfrutar de los beneficios de caminar sin poner en peligro nuestra integridad física y mental.

Adrian Cano

Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica. Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales,  es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.