El panorama económico actual ha puesto de manifiesto la importancia de mantener la sostenibilidad de las finanzas públicas en un contexto de incertidumbre. En el último año, la deuda pública ha disminuido en 3,9 puntos de PIB, mostrando un avance significativo desde el inicio de la pandemia. Esta reducción, en comparación con otras economías europeas como Bélgica y Francia, nos sitúa en una posición relativamente favorable. Según las nuevas normas fiscales europeas, se requiere una disminución anual de un punto porcentual del PIB, y hasta el momento se ha cumplido con este objetivo.
Sin embargo, es importante analizar más allá de las cifras. La reducción de la deuda en relación al tamaño de la economía ha sido influenciada en parte por la inflación, que ha disminuido el valor real de la deuda en términos relativos. Esto ha contribuido significativamente a la mejora observada, aunque es probable que esta circunstancia no se repita en los próximos años.
Otro factor determinante ha sido el crecimiento económico, que ha alcanzado un sólido 2,5%. Este crecimiento ha impactado positivamente en la reducción del peso de la deuda pública, al aumentar la recaudación y el gasto, y expandir el denominador de la ratio deuda sobre PIB. A pesar de esto, el crecimiento de la economía española ha mostrado cifras inferiores al año anterior, lo que plantea la necesidad de medidas adicionales para estimular la productividad y la fuerza laboral.
Con miras al futuro, es fundamental que se reduzca el déficit público para garantizar la sostenibilidad de la deuda, sin comprometer el potencial de crecimiento económico. En este sentido, la inversión pública juega un papel crucial, especialmente en proyectos de descarbonización y adaptación al cambio climático que son esenciales para el desarrollo sostenible de sectores clave como el turismo y la agricultura.
El enfoque debe ser encontrar un equilibrio entre la sostenibilidad de la deuda y el impulso del crecimiento económico, lo cual requiere un mix de medidas adecuadas. Las nuevas reglas fiscales europeas brindan flexibilidad para adaptar los objetivos en función de las inversiones y reformas realizadas en un periodo de hasta siete años. Es fundamental iniciar desde este momento un proceso de corrección que permita alcanzar resultados concretos en el corto plazo.
En un contexto de crecimiento robusto, estabilidad en los mercados y un gran volumen de fondos europeos aún por ejecutar, se vislumbra un escenario favorable para lograr una senda de sostenibilidad fiscal y recortes controlados en el presupuesto público.
Coste de la deuda
La expectativa de reducción de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo ha tenido impacto en los mercados de deuda. A pesar de que en enero se emitieron bonos a 10 años a un tipo de interés del 3,3%, inferior al 4% de la emisión anterior, el costo de la deuda de nueva emisión sigue siendo mayor que la que vence, lo cual eleva los costos de financiación del Estado. Este escenario plantea desafíos en términos de gestión de la deuda pública.
Raymond Torres, director de coyuntura de Funcas, analiza detalladamente los aspectos clave de la sostenibilidad fiscal en el presente contexto económico.
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