Fráncfort ha sido elegida como la sede central de la Agencia Europea contra el Blanqueo de Capitales (AMLA, por sus siglas en inglés), lo que la convierte en una ciudad clave para la lucha contra las actividades financieras ilícitas en la Unión Europea. Esta decisión ha sido un golpe para París, que había albergado la esperanza de ser seleccionada, así como para otras ciudades candidatas como Madrid, Roma, Viena, Bruselas, Dublín, Riga y Vilnius.
La elección de Fráncfort con 28 votos a favor, ha dejado a Madrid en la segunda posición con 16 votos, mientras que París ha obtenido solo 6 votos, seguida por Roma con 4. Aunque la dispersión de sedes era un criterio importante en la elección, la influencia de Fráncfort y París, que ya albergan otras agencias europeas financieras, ha sido determinante en esta decisión, dejando con pocas opciones a otras candidatas.
El proceso de selección ha sido llevado a cabo por representantes de los Estados miembros y del Parlamento Europeo, quienes han considerado diferentes aspectos técnicos y de interés para la comunidad europea en la lucha contra el blanqueo de capitales. La presentación de las candidaturas ante la Comisión de Economía y Justicia del Parlamento Europeo ha tenido un impacto importante en la decisión final.
La participación activa de Madrid en este proceso ha sido destacada, llegando a generar una buena impresión entre los eurodiputados, lo que se reflejó en los votos a su favor. A pesar de no haber sido seleccionada en esta ocasión, Madrid ha demostrado su relevancia como candidata y su compromiso en la lucha contra el blanqueo de capitales.
La nueva Agencia Europea contra el Blanqueo de Capitales, con más de 400 empleados, iniciará sus operaciones a mediados de 2025 en Fráncfort, consolidando así el papel central de la ciudad en el sistema financiero europeo.
