El turismo en España está experimentando un auge en gasto turístico, pero a su vez se enfrenta a desafíos relacionados con el cambio climático. Según un informe de CaixaBank Research, el aumento de las temperaturas está teniendo un impacto significativo en la actividad turística, especialmente en las zonas costeras y cálidas del país.
El análisis indica que entre 2019 y 2023, el gasto en localidades de temperaturas bajas ha crecido más que en las zonas más cálidas, con un aumento del 45% en los municipios con temperaturas medias en verano inferiores a 17 grados centígrados, en comparación con un aumento del 25% al 35% en aquellos que superan los 23 grados. Esto sugiere una correlación negativa entre el crecimiento del gasto turístico y la temperatura media en verano.
Asimismo, se observa que la sensibilidad del aumento del gasto a las temperaturas es mayor en las localidades costeras, donde se aprecian diferencias significativas en función de si se ubican en zonas frías o cálidas, con escalones de hasta 10 puntos porcentuales entre unos y otros.
El informe también aborda el impacto de las olas de calor en el gasto turístico. Durante los días más calurosos, se observa una disminución de los pagos en las horas centrales del día, mientras que se incrementan entre las 22:00 y las 7:00. Sin embargo, este aumento no compensa la pérdida de las horas previas, lo que resulta en una reducción del gasto turístico agregado en días de temperaturas extremas, cuantificada en un 0,12% por cada grado por encima de la media histórica.
El informe titulado El impacto del cambio climático en el turismo en España: análisis y perspectivas, indica que el cambio climático ya está teniendo consecuencias tangibles en el gasto turístico, y prevé que el impacto continuará en el futuro.
Este análisis ofrece una visión crítica sobre la necesidad de que el sector turístico se adapte a los desafíos del cambio climático para garantizar su sostenibilidad a largo plazo. Asimismo, destaca la importancia de desarrollar estrategias para mitigar el impacto negativo de las olas de calor en el gasto turístico y en la experiencia de los viajeros.
En resumen, a pesar del crecimiento del gasto turístico, es crucial abordar el impacto del cambio climático en el turismo español y tomar medidas proactivas para garantizar la resiliencia y la prosperidad continua del sector en un entorno cambiante.
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