En el primer año después de las estrictas medidas antipandémicas, la economía china ha logrado un crecimiento del 5,2% en su PIB durante 2023. A pesar de superar las expectativas marcadas a principios de año, la segunda economía mundial continúa enfrentando desafíos en diversos sectores, lo que sugiere que la recuperación aún no ha alcanzado su pleno potencial.

El sector inmobiliario, que representa aproximadamente una cuarta parte de la economía, sigue experimentando dificultades. Las ventas han disminuido un 6,5% y las inversiones en la construcción de nuevas viviendas han caído un 9,6% en 2023. Este declive ha afectado las expectativas y ha generado una presión a la baja en los precios, mientras que la inflación ha registrado tres meses consecutivos en negativo, situándose en un 0,2% anual.

A pesar de este panorama mixto, el consumo minorista ha mostrado un crecimiento del 7,1%, con un aumento del 11% en las ventas en línea. No obstante, los beneficios de las empresas industriales han disminuido un 4,4% en los primeros 11 meses del año. En el ámbito del comercio internacional, las exportaciones han aumentado apenas un 0,6%, mientras que las importaciones han descendido un 0,3%.

Por otro lado, la tasa de desempleo en las zonas urbanas se ha situado en un 5,2%, pero el desempleo juvenil, entre 16 y 24 años, ha alcanzado casi el triple de esta cifra, llegando al 14,9%. Estos datos, además, han generado controversia, ya que a partir de ahora no se tendrán en cuenta a aquellos jóvenes de entre 16 y 29 años que estén estudiando al calcular la tasa de desempleo juvenil.

Expertos como Anne Stevenson-Yang, de J Capital Research, señalan que la era de impulsar el crecimiento a través de inversiones ha llegado a su fin. En este sentido, el presidente Xi Jinping ha reconocido las dificultades que enfrentó la economía china durante el año pasado y ha manifestado la preocupación del gobierno al respecto.

Para contrarrestar esta situación, el Gobierno ha implementado medidas de estímulo, como facilidades para la compra de viviendas y una emisión de bonos soberanos de 1 billón de yuanes. Asimismo, se han adoptado acciones para promover una mayor apertura a la inversión extranjera, como la eliminación del requisito de visado para ciudadanos de algunos países de la Unión Europea.

La Conferencia Central de Trabajo Económico, celebrada en diciembre, identificó diversas problemáticas que enfrenta el país, incluyendo la falta de demanda efectiva, el exceso de capacidad en ciertos sectores y la creciente complejidad del entorno externo. En respuesta, se ha planteado priorizar la innovación científica y tecnológica, así como ampliar la demanda interna. El FMI proyecta un crecimiento del 4,6% para 2024 y del 4,5% para 2025.

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Mercedes Cruz Ocaña