La discusión sobre la reforma de pensiones de la legislatura anterior ha comenzado con la negociación de temas pendientes entre los técnicos de la Seguridad Social, los sindicatos y los empresarios. Los dos cambios más significativos que se esperan en un futuro cercano incluyen la revisión del diseño de la jubilación parcial y el contrato de relevista, así como la posible ampliación de los colectivos que pueden acceder a la jubilación anticipada en profesiones penosas, como las camareras de piso de los hoteles.

En lo que respecta a los trabajos peligrosos y penosos, se tiene previsto revisar los coeficientes reductores de la edad de jubilación en estas actividades, incorporando indicadores objetivos para su determinación. Esta medida aún está en discusión, con la fecha para el intercambio de propuestas establecida a partir del 29 de enero.

Otro tema relevante en esta negociación implica posibles cambios en el papel de las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social en los procesos de bajas laborales causadas por problemas traumatológicos, con la posibilidad de que estas entidades gestionen la recuperación de los trabajadores de baja por problemas traumatológicos derivados de enfermedades comunes y accidentes no laborales.

La ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, anunció la mejora en la protección de las empleadas de hogar a partir del 1 de enero, como resultado de la primera reunión. Además, se ha planteado la ampliación de la protección de los fijos discontinuos.

Compatibilizar salario y pensión

La jubilación parcial, creada en 2002, permite que el empleado reduzca su jornada una vez cumplidos los 60 años y compatibilice el sueldo y la pensión en proporción a las horas trabajadas o dejadas de trabajar. Sin embargo, los distintos Gobiernos han endurecido esta modalidad de retiro debido a su impacto en el sistema, especialmente en 2006 y 2013.

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Mercedes Cruz Ocaña