El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado que la inflación en diciembre del año pasado fue del 3,1% interanual, una décima menos que en noviembre. Esta disminución se debe a la moderación de los precios de los carburantes y, especialmente, de los alimentos. Aunque los alimentos aún suben un 7,3%, la tasa es la más baja en casi dos años (marzo de 2022) debido a una reducción de 1,7 puntos en el último mes.
La disminución en el aumento de precios de alimentos como leche, huevos, queso, pan, cereales y carne ha sido un factor clave en esta reducción. Aunque estos productos siguen subiendo, lo hacen a un ritmo mucho menor que en 2022. Sin embargo, el aceite de oliva muestra un aumento del 54,6%, seguido por el transporte de pasajeros por mar (25,8%) y los paquetes turísticos (17,9%). Por otro lado, los precios de los carburantes, otro componente esencial en el índice, continuaron moderándose.
La inflación subyacente, que excluye alimentos no elaborados y energía, registró la menor tasa desde marzo de 2022, reduciéndose en diciembre siete décimas, hasta el 3,8%. Por otro lado, la inflación media de 2023, según el INE, fue menos de la mitad que en 2022, disminuyendo del 8,4% al 3,5%.
Las primeras subidas de precios de alimentos hace dos años estaban relacionadas con la guerra de Ucrania y el aumento de los costos. Sin embargo, en los últimos meses, las condiciones meteorológicas, ya sea por falta de lluvia, inundaciones o altas temperaturas, han tenido un impacto significativo en la reducción de muchas cosechas. Un ejemplo notable es el caso del aceite de oliva, cuyo precio se disparó el último año debido a la reducción sin precedentes de dos años en la producción.
Los expertos indican que la tendencia a la normalización de los precios está consolidada. Aunque se espera que los precios no desciendan este año del 2%, que es el objetivo del Banco Central Europeo, se pronostican reducciones de tasas a partir de junio. El dato de inflación en la zona euro también apunta a que el BCE podría comenzar a reducir los tipos de interés más pronto que tarde, ya que los precios en los países de la moneda única cerraron 2023 con una inflación del 2,9%, según Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea.
Según Ángel Talavera, economista jefe para Europa de Oxford Economics, «la tendencia a la desinflación parece bastante clara y se prolongará este año». El experto advierte de un posible repunte en enero, mes en el que, entre otras cosas, todo el comercio ajusta al alza sus precios, lo que será un indicador clave para tener más visibilidad para el resto del año. Talavera prevé que las reducciones de tasas comiencen en el segundo trimestre del año, lo que supondría un alivio tanto para los hogares con hipotecas como para la deuda de las empresas y las Administraciones Públicas.
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