El Congreso rechazó recientemente la primera gran reforma impulsada por el departamento de Yolanda Díaz en esta legislatura, relacionada con la mejora de los subsidios por desempleo. El desacuerdo ha llevado a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo a anunciar la apertura de una negociación con los agentes sociales al respecto. ¿En qué consistía el decreto rechazado y cuáles son las principales medidas que no podrán ver la luz?
El contenido del decreto
El decreto incluía la mejora del permiso de lactancia, la prevalencia de los convenios autonómicos sobre los estatales, la mención de formas flexibles de trabajo en el empleo público y el refuerzo de la participación de los artistas en los comités de su sector, además de medidas relacionadas con los subsidios de desempleo.
Lo que ya estaba en aplicación
La reforma de los subsidios no entraría en vigor hasta junio, incluyendo nuevas cuantías, grupos beneficiados, simplificación de tipologías de prestaciones y compatibilización del empleo. Sin embargo, medidas como el nuevo permiso de lactancia y la prevalencia de convenios autonómicos sobre los estatales ya estaban en vigor. El rechazo del Congreso ha dejado en suspenso estas disposiciones.
El impulso del decreto
El Ministerio de Trabajo, con Yolanda Díaz a la cabeza, presentó la norma tras el consejo del 20 de diciembre. La vicepresidenta segunda defendió la reforma afirmando que no recortaba derechos, sino que ampliaba la cobertura y las políticas útiles del Gobierno.
La rebaja en la cotización
El debate sobre la existencia de un recorte se debatió intensamente, ya que el decreto recogía una reducción progresiva de la cotización que paga el Estado por los beneficiarios del subsidio de paro mayores de 52 años, del 125% al 100% a partir de 2028. Aunque el Gobierno argumentó que esto no implicaba un recorte, técnicamente sí lo era, ya que afectaba a la cuantía de la pensión de jubilación de estos desempleados.
Los aspectos que no gustaron a los sindicatos
Además de la rebaja en la cotización, los sindicatos señalaron otras «insuficiencias» en la reforma, como el acceso al subsidio desde un empleo a tiempo parcial o la limitación en la ampliación a personas menores de 45 años que hayan agotado una prestación contributiva de 360 días.
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