La incorporación de la inteligencia artificial (IA) y la IA generativa está redefiniendo la enseñanza y el aprendizaje en el ámbito educativo, planteando tanto posibilidades como desafíos significativos. La llegada de la IA será clave en el desarrollo educativo a lo largo de este año 2024, y depende de cómo enfrentemos este desafío para determinar si será una ventaja o un obstáculo. Adaptarse a esta nueva realidad es inevitable, y nuestro enfoque en su implementación determinará su impacto en el entorno educativo.
Guillem García Brustenga, analista de tendencias en el eLearning Innovation Center (eLinC) de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), destaca la necesidad de reconocer la inevitabilidad de la IA generativa en el ámbito educativo y considerarla como una herramienta valiosa para la educación. La IA ofrece inmensas posibilidades, como un aprendizaje más dinámico y personalizado, la automatización de tareas administrativas y la creación de materiales educativos, entre otros beneficios. Sin embargo, su implementación requiere una profunda transformación en los enfoques pedagógicos para que las herramientas de IA se conviertan en un valioso apoyo para el profesorado en lugar de un mero sustituto.
Tendencias clave de la IA generativa para 2024
Fernando Castelló Sirvent, profesor e investigador de la Universidad Politécnica de Valencia, destaca que el despliegue de la IA en la educación ofrece oportunidades para la personalización del aprendizaje y la atención a la diversidad. Sin embargo, advierte sobre el riesgo de que la IA pueda inhibir el pensamiento crítico de los estudiantes, acentuando las brechas de desigualdad preexistentes. Este es solo uno de los numerosos riesgos que deben ser considerados al optimizar el uso de la IA en la educación.
Para aprovechar al máximo el potencial de la IA generativa, es fundamental identificar los procesos en los que puede mejorar la eficiencia y la calidad educativa. Entre las tendencias destacadas para el 2024 se encuentran:
- Vídeos multilingües con avatares generados por IA, que facilitarán el acceso a la educación en diferentes idiomas, rompiendo barreras lingüísticas y geográficas.
- Ayuda en la preparación de asignaturas mediante herramientas de IA, como ChatGPT, que facilitan la elaboración de planificaciones didácticas y la innovación en metodologías docentes.
- Desarrollo de aplicaciones educativas basadas en IA, que simplificarán tareas, gestionarán clases y crearán contenido educativo.
- Experiencias de aprendizaje personalizadas mediante IA, adaptando la educación a las necesidades únicas de cada alumno.
- Creación de contenidos educativos, como infografías y presentaciones de diapositivas, con la asistencia de herramientas de IA.
- Integración de la IA en los estudios artísticos, asistiendo en la creación de obras visuales complejas.
El desarrollo exitoso de la IA en la educación dependerá de la infraestructura tecnológica, la formación digital de los docentes, una cultura de innovación en cada centro, así como políticas y normativas educativas que fomenten la adopción de la IA.
Nuevas metodologías de enseñanza
La capacidad de generación de contenido original por parte de herramientas como ChatGPT requiere un cambio metodológico que garantice la integridad académica y fomente habilidades como la resolución de problemas, muy valoradas en el mercado laboral. Es imprescindible evaluar el proceso de aprendizaje de los alumnos de manera más holística, priorizando la originalidad y el pensamiento crítico.
Es fundamental integrar la IA de manera crítica y reflexiva en las metodologías de enseñanza, promoviendo la alfabetización en IA tanto entre el alumnado como el profesorado. El uso consciente de la IA implica hibridarla con metodologías ágiles en el aula, como el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) o el Aprendizaje-Servicio (ApS), para obtener resultados relevantes.
Los riesgos de la IA en la educación
La adopción de la IA conlleva riesgos significativos, como la delegación desmedida de funciones propias de los docentes, la gestión inadecuada de datos confidenciales, el posible aumento de la brecha tecnológica y la percepción distorsionada del nivel de competencia de los estudiantes. En este sentido, es vital encontrar un equilibrio entre el uso de la tecnología y las metodologías tradicionales para prevenir una dependencia excesiva de la IA en el ámbito educativo.
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