El Cabildo de Tenerife y la tecnológica de España Arquimea anunciaron el día de ayer martes un pacto para impulsar la creación de CanarySat, un centro de control de satélites que va a estar instalado en el Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER), como un gateway o telepuerto que conectará con Canalink, un operador neutro de comunicaciones. La inversión prevista es de trescientos millones de euros y se espera que participen asociados nacionales e internacionales que procuren entrar en un proyecto tecnológico con un “alto potencial de crecimiento”. CanarySat administrará y operará una flota propia de sesenta y seis satélites de telecomunicaciones y va a prestar servicios a otros operadores satelitales y distribuidores de telecomunicaciones a nivel global.
La presidente del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, ha señalado la apuesta de la empresa “por convertir a Tenerife en el epicentro del desarrollo tecnológico de Canarias” al salvar las distancias en quilómetros que ya antes distanciaban la zona “de los centros más desarrollados del planeta” merced a los incentivos fiscales y a las ocasiones que asimismo aporta su situación geográfica.
Por su parte, el consejero encargado de Arquimea, Manuel García-Sañudo, agradeció el apoyo del Cabildo por medio de instituciones tecnológicas como el ITER y Canalink, al permitir “dar impulso y acelerar la puesta en marcha de un proyecto ilusionante que ofrecerá una conexión ‘premium’ en todas las islas y posicionará a Canarias como un enclave de referencia en telecomunicaciones”.
Con la construcción, puesta en órbita y comercialización de una red propia de sesenta y seis satélites de comunicaciones en banda ancha. De esta forma, CanarySat va a poder ofrecer “servicios globales, seguros y de calidad” al contar en las islas con la infraestructura y capacidad precisas. El Cabildo estima que el proyecto producirá cerca de cien nuevos trabajos directos e indirectos de alta cualificación y atraerá empresas de alto valor añadido, que procuran conectividad ‘premium’ en tiempo real y baja latencia, como operadores satelitales, empresas de telemedicina, banca o ciberseguridad.