El ecosistema emprendedor de España se dirige cara un punto de cambio que, conforme los pronósticos de Enisa, empresa pública adscrita al Ministerio de Industria y Turismo, dejará la eclosión del ecosistema en 2024 tras unos años en que las start-ups han ganado en madurez y experiencia.
A este profundo proceso de cambio ha contribuido un marco normativo conveniente para la generación de sinergias y captación de la inversión, liderado por la Ley de Startups, al lado de otras reglas como la Ley Crea y Crece e ideas como Spain Up Nation.
Los últimos datos referentes a dos mil veintitres, aportados por Enisa, no dejan sitio a dudas. El emprendimiento de España ha vuelto a valores precrisis y los pronósticos para dos mil veinticuatro son optimistas a pesar del contexto desfavorable para la captación de financiación privada, el conocido como invierno inversor, que se ha mantenido este ejercicio.
«El emprendimiento español está realmente consolidado. La entrada de solicitudes de préstamos participativos es continua, se ha mantenido entre aproximadamente 1.700 y 1.800 al año durante los últimos cinco ejercicios», explica a D+I José Bayón, CEO de Enisa.
Además, el ticket medio se ha aumentado, lo que se explica por las contrariedades que han afrontado las compañías para acceder a la financiación privada y pues «los proyectos son más potentes tecnológicamente y más maduros«, agrega.
«El emprendimiento español está realmente consolidado en el crecimiento y los tickets medios de los préstamos son más altos por la madurez y componente tecnológica de los proyectos»
En específico, a lo largo de dos mil veintitres se han alcanzado seiscientos cuarenta y tres préstamos participativos por un precio de 112.273.000 euros, lo que representa un incremento de un seis con cuatro % respecto al importe aprobado en 2022 y forma, por consiguiente, «un nuevo récord anual de ejecución de la entidad pública».
En cuanto al número de peticiones de financiación recibidas en dos mil veintitres, este ha ascendido a mil seiscientos ochenta y nueve. «Esto supone un 0,30 % más que el año anterior, en el que se atendieron 1.684 peticiones. Asimismo, el importe medio aprobado ha sido de 174.608 euros, un 6,23 % más que en 2022«.
Jose Bayón, consejero encargado de Enisa.
Por otra parte, Enisa terminará dos mil veintitres con 600 start-ups certificadas, un número que el CEO de la entidad pública espera que va a aumentar en dos mil veinticuatro pues «las startups se han dado cuenta de los beneficios fiscales que conlleva esta acreditación».
«El proceso se puso en marcha el 21 de julio y nos queda el último consejo de certificación del año, con lo que calculamos que cerraremos el ejercicio con unas 600 startups certificadas», anuncia a D+I Bayón.
El interés de la certificación para los inversores
«El sello no tiene un efecto inmediato en la startup como los préstamos, pero los beneficios fiscales que se derivan son muy importantes, sobre todo por el interés que despierta en los propios inversores. Es una vía rápida de beneficios fiscales».
En este contexto de endurecimiento de los requisitos para acceder a la financiación privada, la certificación de start-ups ayuda, conforme incide Bayón, a las start-ups a cerrar las rondas que necesitan para el avance de sus proyectos disruptores.
Una de cada 3 préstamos aprobados recae sobre start-ups de entre dos y 4 años y copan el veintinueve% de la inversión total
Analizados otros datos del cómputo de Enisa de dos mil veintitres, resalta que las compañías entre cero y un año de creación (ciento cuarenta y nueve) suponen el veintitres% de los préstamos aprobados, con un diecisiete% del importe sobre el total.
Por su parte, las compañías que tienen entre dos y 4 años (doscientos dieciocho) suponen el treinta y cuatro% de los préstamos aprobados en dos mil veintitres, y el veintinueve % de la inversión total, lo que ratifica la restauración emprendedora a niveles de dos mil diecinueve.
Cataluña, a la cabeza en préstamos aprobados
Por ámbitos, el TIC prosigue a la cabeza de los préstamos aprobados y supone un treinta y seis con cinco % de las operaciones aprobadas y un treinta y nueve con siete % de la inversión total, con más de cuatro millones de euros, seguido de Otros Servicios (veintisiete con nueve % operaciones y veinticinco con dos % en inversión) y de Actividades Profesionales, Científicas y Técnicas en tercer lugar, afianzando la tendencia de dos mil veintidos al exceder al campo de la Industria Manufacturera.
Por comunidades autónomas, Cataluña supone el treinta y cuatro,6 % de los préstamos aprobados y una inversión del 33,9 %, seguida de la Comunidad de Madrid (veintinueve,8% operaciones y treinta con tres% de inversión) y la Comunidad Valenciana (nueve con cuatro % operaciones y ocho con ocho % en inversión).
Enisa ya ha alcanzado cerca de 1.332 millones de euros invertidos, con 8.685 préstamos desembolsados y 7.580 empresas financiadas desde el momento en que se iniciara la concesión de préstamos participativos.
