Los fondos activistas han acentuado su operativa, tras 3 años a la baja, algo que “redundará en más trasparencia y mejores prácticas empresariales”, conforme la información elaborada por Lazard.

Lazard señala que en dos mil veintidos estos fondos comenzaron doscientos treinta y cinco campañas de actuación, frente las ciento setenta y tres del ejercicio precedente, un treinta y seis% más. Es la primera vez desde dos mil dieciocho que esta cantidad repunta.

Señala que los fondos activistas se implican en la administración de las compañías en las que invierten, interviniendo en las Juntas de Accionistas. “Participan activamente en ellas y procuran prosperar la administración de la compañía, emitiendo votos contrarios cuando es preciso. Son singularmente relevantes sus votos contra la retribución de las bóvedas directivas, por poner un ejemplo, si bien no dismuyen su actividad a eso”.

Asimismo, señala que forman un factor a tener en consideración por los equipos de dirección de las compañías, ya que de forma frecuente intervienen en las reuniones en defensa de sus intereses como dueños y ponen “el dedo en la llaga en muchos aspectos. Son capaces, aun, de plantear relevos en las bóvedas de las compañías, como bloquear operaciones u otras acciones de calado”.

“Las campañas activistas son, por consiguiente, aquellas que procuran objetivos específicos en la compañía. Casi siempre y en todo momento están relacionadas con nombramientos o destituciones, así sean del consejo de administración o de la directiva y para esto, los fondos promotores son capaces de unir derechos políticos buscando la delegación de votos de otros inversores. Actúan de afín forma que los Proxy Advisors, entidades que peinan el capital de las compañías y habitualmente, consiguen delegaciones de voto”, agrega.

Conforme recoge el estudio ‘Lazard´s Review of Shareholder Activism 2022’, aparte de ese incremento de actividad del treinta y seis%, anteriormente ejercicio, cada trimestre ensayó un incremento interanual en la actividad de nuevas campañas, y el cuarto trimestre del pasado año marcó el segundo más activo en los últimos 4 años, todo ello tras un primer trimestre récord.

Después de un principios de año lento, las campañas se acrecentaron, por las ideas relacionadas con fusiones y adquisiciones, que representaron el cuarenta y uno % de todas y cada una en dos mil veintidos. El repunte se debió al cuestionamiento de esas operaciones corporativas, que se tradujo en un incremento de peticiones de rotura de la operación. “Las desfavorables condiciones del mercado cuestionaron la bondad de muchas de ellas”, añade.

La tecnología fue el ámbito “atacado” con más frecuencia en dos mil veintidos, representando el veintiuno% de los objetivos de los activistas. La excepcional caída de las valoraciones bursátiles creó un ambiente favorezco para los activistas, que se aproximaron al ámbito en volúmenes récord, singularmente en Estados Unidos, donde el ámbito tecnológico representó el veintisiete % de la actividad de las campañas de dos mil veintidos.

Los activistas ganaron ciento ocho puestos en los consejos en todo dos mil veintidos, lo que representa un incremento interanual del veintiuno %.

Según Pedro Pasquín, vicepresidente de Lazard en España, “los flujos de capital a fondos activistas prosiguen medrando en el primer trimestre de este ejercicio, lo que hace suponer que van a ser muy determinantes en el contexto actual de volatilidad de los mercados”.

Marco Novak

Monterrey (México), 1990. Estudió una licenciatura en comunicación y comenzó trabajando en medios locales de su ciudad, como periódicos, revistas, estaciones de radio o canales de televisión. Tiene un gran interés por la cultura mexicana, incluyendo la música, la comida y la historia. Es un apasionado de los deportes, especialmente del fútbol.