avanzados, mas que puede asistirle a comprender y conseguir un conocimiento inicial sobre la materia
La marca en una start-up es como su DNI. Es una forma de presentarse, de hacerse conocer, de marcar la diferencia, de ser única y de ser
reconocida entre clientes del servicio, futuros clientes del servicio y distribuidores. Es, en consecuencia, vital para el éxito de una start-up. Pero crear esa marca no es una labor tan
fácil como semeja, sino supone una toma de resoluciones fundamentales por la parte del emprendedor, si bien siempre y en todo momento se pueden tener en consideración una
serie de consejos.
En primer sitio, es esencial comprender la identidad y los valores de la compañía. Antes de empezar a edificar una marca, la
start-up debe tener claro cuáles son sus propósitos y los principios esenciales que la guían. Así, hay que identificar la visión y la misión de la
empresa, como los valores que quiere trasmitir a sus clientes del servicio. Estos elementos formarán la base de la identidad de la marca y van a ser la guía para
todas y cada una de las actividades de branding.
Un aspecto vital de la creación de una marca sólida es el diseño de un logo y una identidad visual propios. El
logo ha de ser simple, simple de rememorar y representar la esencia de la compañía. Junto con el logo, se deben seleccionar esmeradamente los colores,
las tipografías y los elementos gráficos que se usarán en todos y cada uno de los materiales de marketing y comunicación. Es esencial que estos elementos sean
congruentes y se empleen de forma consistente en todos y cada uno de los canales de comunicación de la compañía.
Además del diseño, la voz y el tono de la marca asimismo son aspectos esenciales a estimar. La start-up debe delimitar de qué forma
desea que su marca se comunique con el público, decidiendo si va a ser una marca entretenida o afable o va a ser más seria o profesional. Esta elección
va a depender del género de producto o servicio que la compañía ofrezca y del público objetivo al que se dirige. Cuando ya se tengan claros todos estos
aspectos, es esencial sostenerlo congruente en todos y cada uno de los mensajes y comunicaciones, ya sea en el sitio, en las redes sociales o en los materiales
impresos.
La consistencia es clave para edificar una marca sólida. Todos los elementos de la marca, desde el diseño hasta la voz y el
tono, han de ser consistentes en todos y cada uno de los puntos de contacto con los clientes del servicio. Esto incluye el sitio, los perfiles de redes sociales, el embalaje
del producto y cualquier otro material de marketing. La congruencia crea confianza y ayuda a los clientes del servicio a reconocer y rememorar la marca.
Además, una start-up debe prestar atención a su presencia on line. En la era digital, es esencial tener una presencia sólida en
Internet. Esto implica crear un sitio atrayente y simple de navegar, como sostener perfiles activos en las primordiales plataformas de redes
sociales. La start-up debe usar estas plataformas para compartir contenido relevante, interaccionar con los clientes del servicio y edificar una comunidad en
línea en torno a su marca.
La construcción de una marca sólida asimismo implica oír a los clientes del servicio y amoldarse a sus necesidades. La start-up ha de estar presta a
percibir comentarios y críticas edificantes, y usar esta información para progresar sus productos o servicios. Asimismo, es esencial sostenerse al
tanto de las tendencias y cambios en el mercado, para cerciorarse de que la marca se sostenga relevante y actualizada.
Y lo que es más esencial, cuando ya se tiene la marca, hay que ser leal a ella, si bien siempre y en todo momento, tras los años, se puede alterar para ir
adaptándose a las tendencias y modernizándose. No se debe olvidar que hasta las marcas más conocidas, como Google o Instagram, han sufrido ciertas
modificaciones en su logotipo con el paso del tiempo. Si pueden, una start-up asimismo.
