La reciente tormenta que azotó el pasado domingo ha dejado una huella devastadora en las cosechas de olivos y cítricos, especialmente en las zonas de Terres de l’Ebre, Tarragona. Según Unió de Pagesos, se registraron más de 400 litros de lluvia en apenas 24 horas, lo que ha intensificado los daños. Ante esta situación crítica, el sindicato ha instado al Departamento de Agricultura, Pesca, Ganadería y Alimentación de la Generalitat a llevar a cabo una «reparación urgente» de los caminos afectados.
Las consecuencias del temporal son alarmantes. Unió de Pagesos advierte que la humedad excesiva provocada por las lluvias recientes se suma a los estragos ya causados por el pedrisco y las tormentas anteriores. Este combo de factores climáticos pone en jaque la salud de los olivos, amenazando la calidad y cantidad de la cosecha de este año.
Además, las infraestructuras han sufrido un fuerte impacto, lo que impide que los agricultores puedan acceder a sus fincas. «Es crítico poder evaluar los daños, y la situación actual de los caminos lo hace imposible», afirmaron desde Unió de Pagesos. La preocupación crece entre los payeses, que enfrentan no solo la pérdida de cultivos, sino también la dificultad para gestionar sus propiedades debido a los estragos de la naturaleza.