Lara se ha pasado diecinueve meses levantándose a las 6 de la madrugada para llegar puntual como un clavo a The Westbury: uno de los hoteles más esenciales de Dublín, donde no ha parado de servir desayunos y comidas para turistas, empresarios, aun celebrities como la modelo Kate Moss, el rapero cincuenta Cent o el vocalista de One Direction, Niall Horan. «Me fui a Irlanda con una mano delante y otra detrás, para ahorrar trabajando de camarera porque quería montar un negocio», resalta Lara Salinas, cuyo sacrificio personal le ha tolerado, con veinticinco años, transformarse en una emprendedora con su página web: trendmatch. «Es como el Netflix de la moda«.
El modelo de negocio de esta web para arrendar prendas de prêt-à–porter que se estrena este jueves, con prendas de Zara o Mango, se inspira en la economía circular y en los contenidos a la carta de las plataformas de T.V.. Todo ello, extrapolado al ámbito de la moda femenina con un doble objetivo: mudar el modelo de consumo de los millennials y de la generación Z, luchando los inconvenientes ambientales que causa el fast-fashion.
«Espero que trendmatch se transforme en una comunidad donde las mujeres interaccionen con sus looks y sus outfit«, explica ilusionada la CEO de trendmatch, Lara Salinas (Alcantarilla, mil novecientos noventa y ocho). «Me gustaría cambiar la forma que tenemos de consumir ropa para hacer cumplir nuestro eslogan: ‘Deja tu huella en el mundo, sin tener que dejar tu huella en el planeta’«.
Y no habla en balde esta joven emprendedora, ya que la ONU estima que la industria textil es la segunda más contaminante del planeta tras la petrolífera, debido a que cada persona produce una media de veinte kilogramos de restos textiles al año. Uno de los motivos de esta alarmante cifra es el modelo de consumo impuesto por la moda rápida: el fast-fashion, consistente en generar prendas a bajo costo y con poca calidad, que se consumen a exactamente la misma velocidad a la que cambian las tendencias.
«Mi idea de empresa se me ocurrió haciendo un máster, investigando sobre el concepto del fast-fashion que impera en las tiendas de moda», conforme especifica esta titulada en Economía en la Universidad de Murcia, cuya inquietud emprendedora comenzó a bullir en dos mil veintidos. Por aquel entonces, Lara cursaba un máster on line sobre Dirección de Empresas mientras que trabajaba de camarera en Dublín. «Me pregunté qué podíamos hacer con la cantidad de ropa que acumulamos en el armario y que luego se convierte en un problema para el medioambiente».
A esa pregunta, sumó otra variable a la ecuación del proyecto empresarial que procuraba emprender: su modelo de negocio debía eludir la inflación que afecta desde la cesta de compra a la renovación del guardarropa. «Hice un estudio del tique medio que se gastan los consumidores en ropa porque no es rentable pagar 39 euros por una camisa que solo te pones un par de veces», ejemplariza esta veinteañera, a la que le encanta hacer números desde el momento en que empezó sus estudios de la ESO en el Instituto Alcántara de su localidad natal. «Me encantaba la asignatura de Economía«.
El resultado de aquella ecuación ha sido lanzar una novedosa página que arrendará ropa de mujer, como en las subscripciones de las plataformas de televisión, donde se bucea por las pantallas de series y películas, ordenadas por géneros de acción, terror, comedia o drama, buscando algún contenido ceñido al gusto del subscritor. El modelo de negocio de trendmatch es el mismo: un plan de subscripción mensual para acceder a camisas, faldas, pantalones, chaquetas o vestidos que se renuevan como los contenidos de Netflix.
«El precio de las prendas nunca sube y son primeras marcas, ahorras espacio en el armario, accedes a sesiones de estilismo, compartes looks y a través de la economía circular alargas la vida útil de la ropa, evitando que se convierta en residuos textiles, porque los productos que recibes en tu casa, pasado un mes, los tienes que devolver y se vuelven a poner a disposición del resto de suscriptores«, tal como resalta esta emprendedora, de veinticinco años. «Estás pagando una suscripción, por alquilar un paquete de ropa personalizado cada mes, en función de tu estilo, de tus necesidades laborales, sociales, incluso del tiempo que haga donde vives».
– ¿Cuál es el costo por subscribirse a trendmatch?
– Lara Salinas: Tan solo hay que darse de alta en el sitio web, rellenar el test de estilo y hay 3 planes de subscripción con tarifas accesibles para todo género de público. Por la tarifa basic, de treinta y nueve con noventa y nueve euros, accedes a dos prendas mensuales y tienes una sesión de estilismo. Por la tarifa trendmatcher, de cincuenta y nueve con noventa y nueve euros, arriendas 5 prendas al mes, accedes a dos de sesiones de estilismo y a los estrenos de ropa. Y por la premium, de setenta y nueve con noventa y nueve euros: tienes ocho prendas, tres sesiones de estilismo y nuestros estrenos.
En meses del año como diciembre donde adquirimos un conjunto que solo nos ponemos en acontecimientos, como Nochebuena o Nochevieja, mi página te deja configurar una caja de ropa para emplearla solo en las celebraciones de Navidad. En enero haces otro pedido, te recogemos la caja, no amontonas prendas y renuevas el guardarropa para iniciar el año con ropa que está en tendencia. He hecho una investigación del ticket medio del consumidor y por setenta y nueve con noventa y nueve euros, no puedes llevarte 8 prendas de ninguna tienda por el hecho de que son marcas conocidas: Laagam de la influencer Inés Arroyo, Zara, Mango, Tipy Tent…
– ¿Qué género de ropa va a haber en su página?
– De todo tipo, desde un estilo casual, a ropa más arreglada para ir a trabajar o acudir a un acontecimiento. Pero siempre y en toda circunstancia van a ser prendas en tendencia y de marca.
– ¿Por qué ha apostado solo por la moda femenina?
– Hice una encuesta en Google para validar mi hipótesis de negocio y la mujer es la que más se preocupa por la ropa y la que más gasta de media mensual. En un futuro, me agradaría ampliar mi catálogo al público masculino si mi modelo de negocio se afianza.
– ¿Qué van a hacer con la ropa que le recojan a las subscritoras al finalizar cada mensualidad?
– Pasará por un proceso de lavado y de tintorería para asegurar que prosigue en perfectas condiciones, tanto a nivel textil como higiénico-sanitario, ya antes de regresar a activarse como libre en la página para el resto de usuarias.
– ¿Hay que cumplir un periodo mínimo de permanencia?
– No hay permanencia. Si al mes siguiente no deseas hacer un pedido nuevo, anulas tu subscripción y devuelves la caja de ropa.
Después de efectuar una campaña de publicidad en Instagram y en TikTok, este jueves se lanza el sitio web de trendmatch para subscribirse y preguntar su catálogo. «Las primeras veinte mujeres suscritas tendrán un descuento del 20%«, avanza Lara Salinas, con un nudo en el estómago en la víspera del estreno de su negocio, como le ocurriría a cualquier emprendedor. De hecho, esta joven de veinticinco años es más precoz que la media: el informe anual del Observatorio del Emprendimiento de España apunta que el sesenta y seis% de los nuevos proyectos los crean personas de treinta y cinco a cincuenta y cinco años.
– ¿De dónde viene el nombre de su proyecto empresarial?
– Es un juego con las palabras. ‘Trend’ significa tendencia en inglés y ‘match’ es un guiño a Tinder: la aplicación para conocer gente, en la que le das un ‘match’ cuando ves a alguien que te agrada. En mi página haces lo mismo, mas con una prenda que te agrada. Ahora todo lo tenemos en las redes sociales, la moda que es tendencia se viraliza y deseo que trendmatch llegue al mundo entero.
Prueba de ello es que ha invertido en su negocio on line todo cuanto ha ahorrado, trabajando en la hostelería en Irlanda de enero de dos mil veintidos a julio de dos mil veintitres. «Empecé en un restaurante italiano y luego fui camarera en The Westbury Hotel», apunta sobre su currículo laboral que ya antes de desamparar suelo patrio, incluía más de un año cotizado en la reputada Orvi Asesores de Alcantarilla, como campañas de comercial para el Santander en la Universidad de Murcia, abriendo cuentas digitales de Openbank.
«Salí de mi zona de confort en España porque quería perfeccionar mi nivel de inglés y no quería estudiar una oposición ni tener un empleo monótono: en tu puesto de trabajo pasas casi el 80% de tu vida y quería hacer algo estimulante«, medita con madurez esta emprendedora veinteañera, que se machaca en sesiones cada día de CrossFit y cuya pasión por viajar supera a Willy Fog: el protagonista de la serie de dibujos animados, basada en la obra de Julio Verne -‘La vuelta al planeta en ochenta días’-.
– ¿Qué siente a un par de días del estreno de su negocio?
– Lara Salinas: Te produce inseguridad y mucho vértigo por el hecho de que no veo a bastante gente de mi edad que se dedique a emprender, montando un negocio de la nada. Estoy asumiendo un peligro económico grande con toda la ropa que he comprado para contar con de un catálogo de tendencia variado.
El planeta empresarial es muy complicado, mas mi experiencia trabajando en la hostelería en Irlanda me ha hecho reafirmarme en mi idea de que deseaba trabajar por mi cuenta y que no me importa echar jornadas de catorce horas cada día, si es para conseguir sacar adelante mi empresa: trendmatch.