La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager.
La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager.REUTERS

Italia tiene un aspirante para encabezar el Banco Europeo de Inversiones, Daniele Franco. Pero si este falla, Roma va a apoyar a la danesa Margrethe Vestager, conforme ha publicado este lunes la agencia Bloomberg, en menoscabo de la vicepresidenta primera de España y ministra de Economía, Nadia Calviño. Desde el ministerio de Finanzas italiano, dirigido por un miembro del partido del ultra de Mateo Salvini, la contestación a esta información ha sido que “el ministro Giancalo Giorgetti ha reiterado hoy [por este lunes] que Italia sigue apoyando a su candidato” y, además de esto, recuerda que asimismo han formalizado “la candidatura de Roma como sede la AMLA [siglas en inglés de la Agencia contra el Blanqueo de Dinero]”, una sede a la que asimismo opta Madrid y París.

La carrera para encabezar el BEI tiene dos favoritas: la de España Nadia Calviño y la danesa Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, si bien de momento con el cargo suspendido para poder competir por el puesto. Hay otros 3 candidatos: el exministro de Finanzas italiano, Daniele Franco, la polaca Teresa Czerwinska y el sueco Thomas Östros, estos dos últimos vicepresidentes del banco.

Hace algo más de una semana Alemania hizo público su apoyo a Calviño. El movimiento es esencial, por el hecho de que el ministro de Finanzas belga, Vincent van Petegem, organizador del proceso, había pedido a los grandes que se posicionaran por el hecho de que, explicaba, el proceso estaba parado frente a la indefinición de los grandes. Además, el belga recordaba que el sistema de elección de la presidencia del BEI requiere una doble mayoría: un sesenta y ocho% del capital y el respaldo de, por lo menos, dieciocho países, que son estos los que se sientan en el consejo de administración de la entidad.

Desde hace semanas, múltiples fuentes apuntan en Bruselas que la política danesa contaría con el respaldo de bastantes países pequeños al tiempo que la de España contaría con el respaldo de los grandes. El movimiento de Berlín, que como Francia e Italia cuenta con el dieciseis% del capital, podía llevar a meditar que la balanza se decantaba del lado de la de España, ya que al ser el país más grande podría arrastrar a múltiples Estados más pequeños. El movimiento de Roma que se ha conocido este lunes podría frenar estos movimientos y regresar a situar la carrera en una situación de empate, lo que podría ser visto como una situación de bloqueo en la que podría surgir un tercer aspirante.

El movimiento italiano asimismo puede estar condicionado por el hecho de que Roma está molesta por de qué manera Calviño lleva la negociación de las reglas fiscales. Las primeras propuestas de aproximación que la presidencia de España del Consejo de la UE hizo a sus asociados comunitarios estaban reflejadas las demandas italianas, que solicitaban un extenso margen a la inversión pública. No obstante, ya en los últimos documentos estas situaciones habían ido perdiendo fuerza y, en cambio, tenían hueco las de Alemania. Esto ha molestado a Italia.

Mercedes Cruz Ocaña