La primera legislación de calado que ha propuesto el nuevo presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, es muy afín, curiosamente, a la que le costó la cabeza a su predececesor, Kevin McCarthy. Con apoyo de miembros del Congreso republicanos y demócratas, la Cámara ha aprobado este martes dos leyes de prórroga presupuestaria que dejarán eludir el cierre parcial de la Administración. La precedente prórroga expiraba a medianoche de este viernes, diecisiete de noviembre. Ahora, todo va a quedar para tras las vacaciones navideñas.

La nueva prórroga presupuestaria ha contado con el rechazo del ala dura del propio Partido Republicano, ya que no incluye nuevos recortes. Lo que sí deja fuera la ley es la ayuda a Ucrania e Israel, pues hay otras ideas parlamentarias a este respecto tramitándose en el Congreso. La ayuda a Ucrania divide aún más a los republicanos, así que dejarla de lado evitaba más votos en contra en sus filas.

El resultado ha sido de trescientos treinta y seis votos a favor y noventa y cinco en contra, superando holgadamente el umbral de los dos tercios que se demandan para aprobar una iniciativa así por la vía veloz. De los votos a favor, doscientos nueve son de los demócratas y ciento veintisiete de los republicanos. Un total de noventa y tres miembros del Congreso republicanos se han opuesto, del mismo modo que 4 demócratas. La regla ha contado con más rechazo republicano aun que la que le costó el puesto al precedente speaker.

McCarthy prosiguió esa estrategia de dejar al lado la ayuda a Ucrania. Los republicanos del ala dura, no obstante, no le disculparon que salvase a Joe Biden del cierre de los servicios no esenciales de la Administración. McCarthy afirmó que estaba presto a eludir aquella crisis si bien le costara el puesto. Y ese fue exactamente el costo a abonar, El miembro del Congreso por Florida Matt Gaetz presentó una petición de censura que salió adelante con el voto de los demócratas y el de 8 miembros del Congreso republicanos irreverentes.

Tras múltiples semanas de caos, parálisis, vetos cruzados y enfrentamientos internos, el escogido como nuevo presidente de la Cámara de Representantes fue Mike Johnson, un cristiano evangélico radical, negacionista electoral y leal a Donald Trump. Pese a ello, en el momento de la verdad, los republicanos han vuelto al punto de partida: una prórroga presupuestaria que no agrada a los más conservadores de su conjunto y que ha tenido más apoyo demócrata que republicano.

Todo eso, en un día algo surrealista en el Capitolio en que un miembro del Congreso republicano, Tim Burchett, se ha pasado el día denunciando una agresión, un codazo en el riñón o en la espalda, que le habría propinado el precedente presidente de la Cámara, Kevin McCarthy, que niega los hechos. Burchett es uno de los 8 republicanos que votaron en favor de la destitución del precedente speaker.

La regla aún debe ser aprobada por el Senado y firmada por Biden, mas todo semeja apuntar que va a tener vía libre, en otra reiteración de lo ocurrido a fines de septiembre, cuando el cierre de la Administración parecía prácticamente asegurado y se aprobó una prórroga en el último instante.

[Noticia de última hora. Habrá ampliación en breve]

Mercedes Cruz Ocaña