En los bancos ofrecen un sinnúmero de opciones en el momento de solicitar un préstamo y uno de ellos es el que se conoce como préstamo con garantía hipotecaria, el que puede ser realmente útil en ciertas ocasiones.

No es el crédito que debemos barajar como primera opción, ya que hay otros que son considerablemente más atractivos, mas cuando no podemos acceder al resto por distintas circunstancias, nos va a permitir contar con de cantidades de dinero altas.

Cuando solicitamos un préstamo a un banco, lo frecuente es que nos pidan una garantía como seguro para la entidad. Así, en los prestamos con garantía hipotecaria el aval va a ser nuestra residencia, la que he de estar pagada al completo o por lo menos al ochenta %. Hay que aclarar que este crédito no guarda relación con una hipoteca, puesto que se trata de un préstamo en el que utilizamos nuestras propiedades (la casa) como fianza por si no devolvemos el dinero.

Poner como garantía de un crédito una casa no es lo mejor, por lo que hay que dejar esta posibilidad si no tenemos acceso a financiación y la precisamos de veras. Se trata de casos en los que debamos hacer en frente de grandes deudas, empezar un negocio, etc.

Así, para pedir este dinero, el banco no nos solicitará una nómina, ni ahorros e inclusive no va a importar el estar incluidos en una de esas listas de deudores como ASNEF o RAI.

Otra de las diferencias con la que nos marchamos a hallar es la cantidad que podemos pedir, que es bastante alta.

Esto es imposible con otros instrumentos financieros, como los conocidos préstamos veloces. Es posible que nos concedan uno, mas las cantidades acostumbran a ser bajas y además de esto hay que devolverlas enseguida.

Los préstamos con garantía hipotecaria nos dan cuantías altísimas, las que podemos restituir en muchos años, prácticamente de exactamente la misma manera en la que pagamos la hipoteca.

Por supuesto, estos créditos tienen sus inconvenientes, de manera que siempre y en todo momento hay que dejarlos como la última opción.

Mientras lo pagamos podemos vivir en nuestra casa, mas si dejamos de abonar las cuotas nos la van a embargar. Antes de firmarlo es conveniente asegurarse de cuántas cuotas podemos impagar sin que el banco empiece acciones legales.

Tampoco hay que olvidarse de los intereses. Cantidades de dinero elevadas a abonar en plazos largos significan intereses altísimos. Así, al final devolveremos considerablemente más dinero del que nos prestaron.

A estos intereses hay que sumar comisiones y gastos de administración, los que van a ir dependiendo de la cuantía que nos presten.

Tips para acceder a un préstamo con garantía hipotecaria

Para concluir, esta no es una forma de conseguir financiación en veinticuatro horas, como pasa en los créditos veloces. Lo frecuente es que tarden mucho tiempo desde el instante en que pedimos el préstamo hasta el momento en que el dinero está en nuestra cuenta.

Juan Pablo Cortez

Bogotá (Colombia), 1989. Apasionado por la investigación y el análisis de temas de interés público. Estudió comunicación social en la Universidad de Bogotá y posteriormente obtuvo una maestría en periodismo investigativo en la Universidad de Medellín. Durante su carrera, ha trabajado en diversos medios de comunicación, tanto impresos como digitales, cubriendo temas de política, economía y sociedad en general. Su gran pasión es el periodismo de investigación, en el cual ha destacado por su habilidad para descubrir información relevante y sacar a la luz temas que a menudo se mantienen ocultos.