Descubre si tienes lo preciso para lograr el éxito en los negocios con exactamente los mismos rasgos y habilidades de los emprendedores más triunfantes del planeta.

Hay una comunidad poco a poco más grande de personas que optó por desamparar la comodidad corporativa de nueve a diecisiete a cambio de una perspectiva mal pagada, estadísticamente irresponsable y agobiante como es edificar algo desde cero. Y gozan cada minuto.

¿Y por qué no lo harían? Los emprendedores triunfantes son los rockstars del siglo XXI, llenos de encomios e anegados con pactos que harían que aun la cabeza de Mick Jagger girara (cuando menos más de lo común).

Aún así, los datos son una dura amante, en especial para los emprendedores. Nueve de cada diez start-ups fallan, y es cada vez más bastante difícil localizar fondos suficientes para su proyecto. Con eso en psique, ya antes de dejar tu trabajo diario y arriesgar todo tu porvenir, es vital preguntarse: «¿Realmente tengo lo que se precisa para ser emprendedor

Para asistirte en el camino cara la autoconciencia, acá está nuestra lista de las peculiaridades más frecuentes que se hallan en los emprendedores más triunfantes. Si bien ninguno de estos rasgos puede asegurar tu sitio entre las estrellas de los negocios, de manera frecuente son obligatorios para el éxito de cualquier start-up.

Independientemente de lo que procures edificar, estar clínicamente ofuscado con tu producto es el paso inicial para hacerlo grande. Los emprendedores son personas en una misión. Ya sea reinventando una industria millonaria, curando enfermedades conocidas o ayudando a las personas a evacuar mejor, son absolutamente descarados y sin complejos

Según una encuesta de Gallup, solo alrededor del trece% de los empleados en el mundo entero se describen como «comprometidos en el trabajo». Los emprendedores tampoco están comprometidos en el trabajo. Ellos son su trabajo. Al mercado no le importan los sueños y aspiraciones de absolutamente nadie. Es frío e inexorable, y la única forma de vencer las probabilidades es viviendo y respirando la idea.

Ser apasionado por el trabajo asimismo tiene sentido comercial perfecto. El entusiasmo es infeccioso. Se extiende a los compañeros del equipo, haciéndolos trabajar más duro para incorporar la visión de la compañía. Se nota en el servicio, transformando a sus clientes del servicio en fieles embajadores de su marca.

La falta de celo auténtico sobre su producto es uno de los mayores escollos de los emprendedores de hoy. Claro, edificar una aplicación para selfies semeja abonar dividendos hoy en día, mas ¿eso es verdaderamente algo que te importa? Si es así, evidentemente, robustece nuestro juego de selfies. Sin embargo, si solo lo haces por dinero, hay otras muchas lagunas en el mercado a estimar. Una de ellas probablemente va a encender tu fuego emprendedor.

Una start-up no es para los enclenques de corazón. Con tantas cosas que potencialmente pueden salir mal en un instante dado, sostenerla unida requiere ciertas habilidades únicas para solucionar inconvenientes, así como un umbral de estrés anormalmente alto.

En pocas palabras, ser emprendedor significa vivir con crecientes incertidumbres. Has gastado todos tus ahorros en la construcción de un producto, mas ¿y si absolutamente nadie desea adquirirlo? ¿Qué pasa si tu contendiente te gana en el mercado? ¿De qué forma vas a pagar a tus empleados el mes próximo? ¿Que pasa si te quedas sin dinero? ¿Qué pasa si los clientes del servicio no están contentos con el diseño?

No hace falta decir que operar tu negocio requiere un tipo singular de tenacidad mental. Pero es esta habilidad inusual para manejar los temores lo que aparta los Facebook de los Myspaces de este planeta.

Por naturaleza, las start-ups son un género de empresa de alto peligro y alta recompensa. Mantener la compostura mientras que se dispara la velocidad de combustión no es una labor simple. Sin embargo, es uno que la mayor parte de los creadores han debido enfrentar en un instante u otro. (Respiraciones profundas).

Guste o no, tu start-up no va a ser una historia de éxito de un día para otro. En todo caso, seguramente vas a ser rechazado incontables veces en todos y cada paso del camino, desde el crítico de la aplicación de bajo perfil hasta los fondos millonarios de capital de peligro. ¿Y sabes qué? Eso está con perfección bien.

El rechazo es una forma de vida para la mayor parte de los emprendedores. Los creadores más triunfantes de la actualidad son aquellos que apenas son escalonados por personas que continuamente les afirman «no». Eso no desea decir que prosigan haciendo lo mismo aguardando que funcione. En cambio, ven cada negación como una ocasión de conseguir comentarios incalculables sobre su producto.

Lo peor que puedes hacer es tomar los rechazos como algo personal. Si deseas triunfar como emprendedor, deberás dejar tu ego en la puerta de la compañía. Aprende a querer tus fracasos; vas a poder aprender de ellos más veloz si lo haces.

Cuando las cosas se ponen bastante difíciles, lo duro es ponerse en marcha. Para lograr el éxito, primero debes fallar.  La perseverancia es esencial para el éxito de cualquier start-up. Si buscas una forma veloz de hacerte rico, seguramente sea mejor que pruebes la lotería.

¡Es peligroso ir solo! (Vamos, ¿no hay entusiastas de Zelda?) Un emprendedor es tan fuerte como su equipo. ¿Recuerdas la encuesta de Gallup de hace un instante? Si no puede cultivar la confianza mutua y motivar a las personas con las que trabaja, pronto va a ser imposible hacer algo a tiempo.

La falta de armonía del equipo se cita reiteradamente como una de las primordiales causas de fallas en el comienzo. Como tal, la mejor forma de edificar relaciones de calidad con sus empleados es imponer y promover una comunicación transparente en todo instante.

La mayoría de las nuevas start-ups no pueden permitirse un departamento de recursos humanos residente desde el comienzo, por lo que es el CEO el que debe cerciorarse de que todos se sientan encantados con el trabajo que hacen. Es por eso que la empatía es un producto tan candente entre los fundadores: les toca identificar los primordiales impulsores de cada empleado y advertir en qué momento no se satisfacen sus necesidades.

Un emprendedor asimismo debe poder «vender» la visión de su empresa no solo a sus empleados, sino más bien asimismo a sus clientes del servicio, asociados e inclusive posibles inversores. Un poco de carisma es fundamental, y ser un profesor narrador de cuentos está aproximadamente en la descripción del trabajo.

Las quiebras iniciales de manera frecuente son el resultado de una mala supervisión financiera, en vez de la falta innata de demanda de su servicio. Manejar dinero es tan esencial como ganarlo, y muchos creadores semejan reluctantes a comprobar sus matemáticas.

Aquí es donde debes dejar que reluzca tu Tío Rico McPato interior. En esencia, el flujo de caja representa el movimiento de fondos dentro y fuera de tu empresa. Por un lado, está el dinero que ingresan tus clientes del servicio, lo que se traduce en ingresos. Por otro lado, la cantidad que gastas pagando por herramientas, suministros y trabajadores, asimismo conocidos como gastos.

Un emprendedor que está en el negocio desde hace un año conoce su saldo de caja preciso en cualquier instante. Conoce su costo de adquisición de clientes del servicio o el costo por unidad como el reverso de su mano fatigada. Identificó y suprimió de forma rápida todos y cada uno de los gastos superfluos relacionados con su negocio. Volverse paranoide sobre el dinero es el paso inicial para no tener que preocuparse jamás más por él.

Para sostener su negocio a flote, de manera frecuente deberás ser más flexible que una gimnasta olímpica. Ser capaz de amoldarse de forma rápida a los cambios en el mercado significa regresar a visitar el tablero de dibujo algunas veces y efectuar cambios significativos en su diseño, peculiaridades o aun en todo el modelo de negocio. Si el producto final no se semeja en nada a lo que empezó en un inicio, seguramente lo estés haciendo bien.

Muchos creadores son demasiado lentos o vacilantes tratándose de amoldarse a las demandas del mercado. Muchas veces, esta falta de voluntad para mudar se reduce a solamente que ego. Ser flexible significa admitir que estabas equivocado anteriormente. También significa reconocer que lo que haces sencillamente no está marchando, una y otra vez. Dudar continuamente de ti puede ser bastante difícil de conciliar con tener un fuerte sentido de ti, lo que asimismo es indispensable para llegar a los negocios.

Hay un punto dulce en algún sitio entre la falta de seguridad completa en tus resoluciones y una autoconfianza enormemente inflada. Encuéntrala y ya estás por delante del noventa% de los emprendedores.

En el planeta de las start-ups, si dejas de aprender, mueres. La mayor una parte de lo que los creadores de hoy hacen aún no se ha enseñado en las escuelas, por lo que depende de ti localizar la información que precisas por tu cuenta.

Como emprendedor, de manera frecuente precisas localizar una brecha en el mercado primero y familiarizarse con el mercado seguidamente. No pudiste localizar una niñera para tu cánido y te quejaste con tu amigo. Él ha tenido exactamente el mismo inconveniente, así que pensaste para ti mismo: «¿qué sucede si inicio una comunidad de cuidadores de perros en todo el país?»

En este punto, seguramente no tengas idea de de qué forma se ve verdaderamente el mercado. No sabes qué tan grande es si hay competencia, y qué regulaciones concretas para perros existen. Lo que sí tienes, no obstante, es una idea. Hacerlo realidad requiere pruebas estrictas y transformarse en un especialista de buena fe en todo lo relacionado con el cuidado de perros, desde entrevistar a dueños angustiados hasta el desarrollo real del producto.

Este proceso de aprendizaje jamás se detiene. Siempre va a haber nuevas peculiaridades y lugares de negocios para explorar, y nuevos obstáculos que superar. Conocer tu industria del revés requiere un interés auténtico en lo que hace y un deseo de estar siempre y en todo momento un paso por delante de la competencia.