Ciudadanos de Lewiston (Maine) se dirigen a uno de los centros de votación este martes.
Ciudadanos de Lewiston (Maine) se dirigen a uno de los centros de votación este martes.Robert F. Bukaty (AP)

Estados Unidos es un país amante del capitalismo, la competencia y el libre mercado. Los ciudadanos del estado de Maine, en el nordeste del país, lo han probado este martes al rehusar en un referendo la propuesta de crear una compañía de electricidad pública, nacionalizando en la práctica los activos de las dos empresas privadas que distribuyen el noventa y siete% de la electricidad en tal estado, una de ellas del conjunto de España Iberdrola.

La propuesta consistía en desarticular Central Maine Power, propiedad de la estadounidense Avangrid, filial a su vez de Iberdrola, y Versant Power, del conjunto canadiense Enmax y crear en su sitio una compañía no lucrativo llamada Pine Tree Power para administrar la red. Una propuesta afín ya fue rechazada por los votantes en mil novecientos setenta y tres.

Los votantes han rechazado la propuesta por una mayoría apabullante del setenta% frente al treinta%, con el escrutinio prácticamente concluido. Las compañías se oponían a la propuesta y asimismo la gobernadora del estado, la demócrata Janet Mills. La operación habría supuesto que la nueva compañía pública aceptase un endeudamiento próximo a los catorce millones de dólares estadounidenses.

La votación se generó en la mitad de intensas críticas a Central Maine Power por su lenta contestación a los cortes de electricidad provocados por las tormentas, los fallos en la implantación del sistema de facturación y los obstáculos percibidos en el momento de conectar proyectos de energía renovable a la red, entre otros muchos factores. Nada de eso fue suficiente para persuadir a los votantes. Willy Ritch, director de la Maine Affordable Energy Coalition, que se opuso a la operación, afirmó que los votantes de Maine “rechazaron miles de millones de dólares de deuda y rechazaron el riesgo y la incertidumbre que conllevaba”, conforme declaraciones recogidas por AP.

Avangrid ha festejado el resultado de la consulta. “Hace 50 años, en 1973, los votantes de Maine rechazaron rotundamente una propuesta para confiscar la red eléctrica de Maine y sustituirla por una junta política (61% NO – 39% SÍ). Los votantes de Maine han vuelto a rechazar esta arriesgada propuesta”, ha señalado la compañía en un comunicado. “Los votantes de Maine han hablado. El debate de años sobre quién es el más adecuado para operar la red no hace nada para avanzar en las soluciones que se necesitan ahora, y es hora de volver al trabajo”, agrega.

“El año que viene Central Maine Power cumplirá 125 años desde su fundación, y su compromiso de ofrecer un servicio seguro y fiable permanece inalterado. Desde la respuesta a las tormentas durante el temporal invernal Elliot, pasando por la superación de las métricas de servicio al cliente durante tres años consecutivos, hasta ser votada como uno de los mejores lugares para trabajar en Maine, CMP y Avangrid siguen completamente comprometidas con sus clientes y empleados”, concluye la compañía.

Mercedes Cruz Ocaña