Colombia no tiene necesidad de talar árboles. El mensaje trata de sosegar a una Unión Europea que este año ha
aprobado vedar la importación de productos como el aceite de palma o el café que para su cultivo se haya debido desforestar.

Juliana Villegas, vicepresidenta de exportaciones de Procolombia, la entidad encargada de fomentar el turismo, la inversión extranjera, las
exportaciones no minero energéticas y la imagen del país americano, compareció esta semana en conferencia de prensa para aseverar tajante que “es esencial
que el planeta comprenda que Colombia no precisa desforestar para cultivar y sacar sus productos”.

El marco fue el encuentro de negocios conocido como Macrorrueda Madrid, una actividad de promoción comercial que tiene como propósito
producir encuentros empresariales para aproximar la oferta colombiana de productos y servicios no minero energéticos, con la demanda internacional, en
este caso, la de España. No en balde, en este acontecimiento que acogió La Nave, hubo representantes de empresas tan relevantes como El
Corte Inglés
o Goya Europa.

A día de hoy, el top cinco de productos que Colombia exporta a España arranca, con un veintitres% del total, por el café verde, lo que supone hasta veintitres millones de
dólares estadounidenses. Le prosigue el aceite de palma, que supone el veintidos por ciento, o las flores frescas, con treinta y uno millones de dólares estadounidenses facturados. Cierran esta
privilegiada lista de productos las frutas frescas, como el banano colombiano.

Y son los dos primeros productos de este Top cinco, el café y el aceite de palma, sobre los que, a nivel del mundo, puso el foco la Unión Europea en los
últimos meses. Pero Colombia no está preocupada. “Estamos en un periodo de adaptación en un proceso de aprendizaje y cooperación”, explicó Villegas,
quien añadió que aún hay plazo hasta diciembre de dos mil veinticuatro para cumplir con las reglas impuestas.

Pero se dice que, en contraste a otras zonas del planeta, como el sureste asiático, que exporta productos afines, mas infringiendo las estrictas
reglas fijadas este año, a Colombia solo le queda “demostrar que tanto el café como el aceite de palma colombianos proceden de explotaciones y
zonas no desforestadas”. Es decir, como que esto no va con ellos, por el hecho de que, como apuntó severa la directiva de Procolombia, “es esencial que el planeta
comprenda que Colombia no precisa desforestar para cultivar y sacar sus productos”.

Admiten las autoridades de este país, eso sí, que dicha aseveración ha de ser certificada por un tercero, y en este proceso se halla ahora, como en
el del “aprendizaje a fin de que nuestros exportadores estén preparados, que, si bien es corto el tiempo para amoldarnos a esas nuevas reglas, estamos
haciendo un esmero enorme”. No solo por el hecho de que la economía colombiana pudiese resultar perjudicada en su desempeño exportador en este campo, sino más bien, como
aventura a afirmaba Villegas, al final “es exactamente el mismo consumidor el que se puede ver perjudicado cuando no puedan gozar de nuestro exquisito café o se
pierdan nuestros productos maravillosos”.

“Porque quiero que tengan eso muy claro”, añadió en su intervención frente a los cronistas, “ya que, en contraste a nuestros contendientes del sureste
asiático, en Colombia no hay orangutanes, no resulta necesario terminar con el hábitat para tener palma de aceite. Es por consiguiente esencial que un tercero
lo afirme y que lo certifique y ahí hacemos mucha sensibilización al respecto”.

Coincidió el viaje a Madrid con los resultados poquitos días atrás de las elecciones locales, interpretadas por los analistas como un revés para el
Gobierno de Gustavo Petro, pues, en las primordiales plazas, como la capital, Bogotá, ganó la oposición. Preguntada por esta razón la presidente de
Procolombia, la más alta autoridad del Gobierno presente en la rueda de prensa, y a propósito de la inestabilidad a nivel político que atraviesa España
desde hace unos meses, Carmen Caballero quitó relevancia y garantizó la buena salud del marco de relaciones entre los dos países.

Quiso sumar su punto vista a este respecto Julio César Puentes, vicepresidente de Inversión en Procolombia, quien afirmó que el “mensaje
importante” que hay que trasladar tras las elecciones municipales “es que el ecosistema de inversión de Colombia prosigue probando que ahí estamos.
Somos una democracia y lo proseguiremos siendo. Ahora tenemos un ejercicio de izquierda en Colombia, sí. Creo que eso es la democracia”.

La Macrorrueda Madrid dos mil veintitres reunió a ciento cincuenta y seis empresarios colombianos provenientes de dieciseis departamentos del país, que presentaron su oferta exportable en los
campos de agroalimentos, sistema moda, químicos y ciencia de la vida, metalmecánica y otras industrias, e industrias cuarenta ante ciento trece compradores de
países europeos y alrededores. La mayor delegación fue al de España, con sesenta y uno empresas.

Mercedes Cruz Ocaña