Tras veinte días de guerra declarada por Israel, como consecuencia del ataque terrorista perpetrado por Hamas, hay empresas españolas que empiezan a reanudar sus negocios y otras que amoldan estrategias y plantillas al enfrentamiento para proseguir marchando. “Es difícil volver a la normalidad después de un golpe tan duro. No obstante, los israelíes estamos acostumbrados a situaciones de conflicto,” declara Gil Gidrón, presidente de la gestora de España Cardumen Capital y de la Cámara de Comercio e Industria España-Israel. Un comercio a dos bandas que factura tres mil doscientos millones de euros, conforme el ICEX, y suma treinta empresas de capital de España allá instaladas, que se elevan a dos mil quinientos si se incluyen exportadoras, franquicias, establecimientos y puntos de venta.
Sobre las consecuencias derivadas del enfrentamiento en estas relaciones comerciales que Gil Gidrón considera “sólidas y asentadas con crecimientos del 20%”, el directivo habla a corto plazo de “retrasos en decisiones y plazos”, si bien no presagia “impacto a medio y largo plazo”. Y añade: “La mayoría de la población está trabajando y da soporte a la comunidad mediante voluntariado y ayuda en diferentes áreas”. Algo que ya ha puesto en práctica la textil de España Desigual, presente en Tel Aviv con 4 franquicias y una en Haifa. Desde España confirman la apertura de sus puntos de venta, eso sí, con retrasos en los pedidos, como del normal funcionamiento de su comercio virtual.
Mantienen su actividad en Israel empresas como Seat, Comsa, Porcelanosa, Indra o Grupo Cosentino. Inditex sostiene cerradas las ochenta y cuatro franquicias, propiedad del empresario Joey Schwebel y Tous sigue su venta digital, si bien de momento prosigue suspendido provisionalmente el negocio de sus doce franquicias. Por su parte, Mango tiene abierta una tienda de las cincuenta franquicias que tiene su asociado local Fox Group, que emplea a quinientos trabajadores. Desde CAF, fabricante de trenes con sede en Beasain, (Gipuzkoa), cuentan que en Israel se trabaja con normalidad. Junto a la constructora Saphir, desarrolla dos proyectos para el tranvía local: ampliación de la Línea Roja y construcción de la nueva Línea Verde, lo que supone un volumen de negocio de mil ochocientos millones de euros. “Hasta ahora, el conflicto no ha afectado al desarrollo de ninguno de los dos proyectos y nuestros 100 empleados están bien”, aseguran fuentes de CAF. “Se está monitorizando desde España la situación, hemos activado el protocolo de seguridad, recomendando teletrabajo y se han cancelado los viajes de nuestros empleados a Israel”, agregan.
En la asesora Invernian Group asimismo se ha optado por el trabajo en recóndito para eludir ser alcanzados “por un misil” en el desplazamiento a la oficina por carretera o transporte público. “No obstante, todas las oficinas modernas en Israel cuentan con un mamad, habitación o espacio protegido en cada planta para refugiarse. De momento, hay buena conectividad y los bombardeos no han afectado al suministro eléctrico. Aquí el sentimiento es que la guerra puede durar meses”, explica Elena Canetti, asociada y cofundadora de la asesora, que cuenta con 7 proyectos activos en el país.
Invernian Group cuenta entre sus clientes del servicio con la Universidad de Tel Aviv o el Instituto Tecnológico de Israel, Technion. “Hay buena operativa a nivel de fluidez con los clientes, pero no es así con respecto a la comunicación con oficinas y centros de investigación, que está ralentizada”, apunta Canetti desde Caesarea, a cuarenta y cinco quilómetros de Tel Aviv. Entre las causas, muchos hombres reservistas faltan a su puesto pues han sido reclutados. “Los han desplazado tanto a la Franja de Gaza como al Norte para defender la frontera con Líbano”. También lo confirma Gil Gidrón: “A nivel laboral, el impacto en el día a día depende de si se ha sido convocado a la reserva. Los reservistas se dividen en unidades de combate y de apoyo (inteligencia y operaciones) con distinto grado de involucración”.
Alimentación y hostelería
Entre las estrategias para amoldar la operativa a un país en guerra, Mahou ha decidido concentrar la comercialización de sus marcas en el canal de nutrición,”en el que hasta el instante, prácticamente todos los operadores trabajan con normalidad” y por el contrario han adoptado el cierre temporal de los establecimientos hosteleros y el suspenso de los desplazamientos de sus trabajadores a la zona. Por su parte, desde el conjunto de nutrición Guerrero, con dos empresas en Israel, Mehadrin y Galilee, su gerente comercial, Antonio Guerrero, habla de un “normal funcionamiento en las relaciones comerciales”, pese a pequeños parones en las plantas de embalado y retraso en las cargas de los dátiles.”Todos los empleados van a trabajar pues las plantas se sitúan en zonas agrícolas distanciadas del enfrentamiento armado”, explica.
Con en comparación con turismo, Iberia Express reabrirá su senda Madrid-Tel Aviv el próximo treinta de noviembre. En Israel los aeropuertos están abiertos y operativos. “Por el más grande, el aeropuerto de Ben Gurion, pasan diariamente 100.000 personas. Las principales cadenas hoteleras nacionales e internacionales están trabajando”, asegura Peleg Lewi, encargado diplomático del Ministerio de Turismo en Israel. “Llegan cada día 3.000 turistas (cuatro millones antes del conflicto) así como desplazados de las zonas de combate que el Gobierno aloja en habitaciones de hoteles”, afirma Lewi. Y añade: “Hay líneas aéreas que han aumentado sus vuelos para repatriaciones de israelíes que quieren volver para luchar y estar con sus familias en estos tiempos de guerra”.
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