Tras múltiples semanas de especulaciones, alentadas por la propia empresa, Siemens Energy afirma ahora que no precisará un rescate. Así lo ha afirmado este lunes el presidente del consejo de supervisión, Joe Kaeser, una vez que la dirección de la compañía no descartase la semana pasada una inyección del Estado alemán por sus múltiples inconvenientes en su división de fabricación de aerogeneradores. Pese a rebotar de forma fuerte este lunes, sus acciones amontonan una caída de más del cincuenta% en lo que va de año. “Todos los segmentos de negocio, salvo el eólico, van bien, mejor que la competencia”, agregó Kaeser en el diario Welt am Sonntag.

El pasado jueves, Siemens Energy se hundió un treinta% en Bolsa tras conocerse que había pedido un rescate al Gobierno alemán. “El fuerte crecimiento de la cartera de pedidos, sobre todo en las antiguas áreas de negocio de gas y electricidad, da lugar a una mayor necesidad de garantías para proyectos a largo plazo. Teniendo en cuenta esta necesidad, el comité ejecutivo está evaluando diversas medidas para reforzar el balance de Siemens Energy y para garantizar las garantías necesarias para crecer”, explicó entonces la compañía mediante un comunicado. Pese a descartar las ayudas por la parte del Estado, la compañía sostiene conversaciones con el Ejecutivo de Olaf Scholz.

Siemens Energy está ahora en plena busca de garantías de préstamo por un valor próximo a los dieciseis millones de euros para futuros proyectos, una vez que la matriz —que controla prácticamente la tercera una parte del capital— deslizase que no está presta a seguir desembolsando dinero. Pese a la buena marcha de Siemens, la división energética se ve arrastrada por los inconvenientes de la de España Gamesa, que ha integrado este año en su cómputo y que le está provocando fuertes pérdidas.

Aerogeneradores defectuosos

Las pérdidas económicas derivadas de los modelos de aerogeneradores errados de Gamesa ya ascienden a once millones de euros, y eso está enturbiando la buena marcha de otros negocios de Siemens Energy: redes y construcción de nuevas centrales eléctricas, entre otros muchos.

Siemens Energy aseveró en el mes de agosto que aguardaba costos de mil seiscientos millones de euros para reparaciones y substitución de turbinas imperfectas debido a defectos de calidad en los dos modelos más recientes de turbinas eólicas terrestres. Desde el Ministerio de Economía alemán, que comanda Robert Habeck, del Partido Verde, está presto a respaldar a nivel económico a Siemens Energy. El razonamiento es claro: Berlín la considera una compañía estratégica para el suministro.

La dirección de Siemens Gamesa, el mayor fabricante mundial de turbinas eólicas marinas, fue sustituida en el mes de noviembre del año pasado con la meta de progresar los inconvenientes de rentabilidad. La empresa tiene noventa y cuatro empleados repartidos en setenta y nueve centros de todo el planeta, incluidas oficinas de ventas y servicios, centros de investigación y desarrollo y quince factorías para generar componentes como zapas eólicas. En España, más de cinco mil trabajadores dependen de la rama eólica de la firma alemana.

Mercedes Cruz Ocaña