Si bien todos y cada uno de los emprendedores son únicos, tienden a compartir peculiaridades con determinados arquetipos. Algunos emprendedores son verdaderos inventores que ven los desafíos de edificar un negocio como un mal necesario; otros son genuinos marketers que piensan que pueden captar los usuarios con cualquier oferta; y otros, sencillamente desean contribuir a hacer de este, un planeta mejor.
Lo real es que hay un modelo por cada emprendedor y cada uno de ellos es una mezcla de múltiples cualidades en común. Nos tomamos un tiempo para beber en múltiples fuentes para intentar afianzar las tipologías emprendedoras y nos fundamentamos en los próximos parámetros: cualidades para emprender con éxito; las razones para emprender; como advierten la oportunidad; iniciativa; inventiva y constancia, entre otros muchos.
Apasionados: Ama lo que hace; y cuando se enamora de su idea hace todo para hacerla realidad. Cuando algo lo motiva se llena de energía, tanto que puede pasar horas y horas trabajando sin lamentarse. ¡Realmente goza lo que hace!
El bueno para quejarse: Tiene ideas refulgentes e inclusive habilidades para crear una compañía, mas es el eterno personaje que solo tiene tiempo para lamentarse. Cuando decide enfrentarse a un nuevo proyecto, su forma de actuar lo aboca al descalabro aun en los inicio
El constructor: Estos emprendedores son los máximos jugadores en el juego de los negocios; siempre y en todo momento buscan estar dos o 3 pasos delante de la competencia. Por lo general se describen como enfocados, fríos, malévolos y ambiciosos.
El contable: Vive ofuscado por supervisar los flujos de caja y sostener en equilibrio la balanza de ingresos y costos. El inconveniente brota cuando deja en segundo plano la iniciativa y la inspiración que todo equipo precisa para avanzar por aferrarse a la contabilidad .
El especialista: Este emprendedor va a entrar en una industria y continuará en ella de quince a veinte años. Tienen gran experiencia y conocimiento del campo, mas acostumbran a luchar por destacarse en mercados competitivos. Estos corresponden a, por servirnos de un ejemplo, diseñadores gráficos, especialistas en TI o contadores y abogados independientes.
El global: No pretende conseguir dinero con su empresa, sino más bien hacer un planeta mejor. Su entusiasmo le lleva a intentar tener relevancia, por eso es tildado de mediático. Tiene un enorme liderazgo capaz de arrastrar a un buen número de entusiastas y lograr un equipo leal, mas debe administrar bien su éxito de forma que asimismo sirva para hacer medrar su empresa.
El iniciador: Para este profesional, ser emprendedor es un modo de vida. Tiene ideas fabulosas y cuando ha desarrollado una start up, ya tiene en psique otra iniciativa que hacer. Es especialista en promover el espíritu empresarial, mas no tanto en hacer sustentable un negocio. Por eso, pasada la primera fase se desliga del mismo.
El innovador: Siempre trabajan en un invento, receta, término, sistema o producto que pueden ser la base de uno o múltiples negocios. El reto del Innovador es enfocarse en las realidades del negocio y en las posibilidades verdaderas del producto.
El jefe: Acostumbrado a expedir pues trabajó de líder para terceros. La mayoría de las veces su networking le ha ayudado a lograr fondos suficientes para no tener que preocuparse en demasía por el dinero en la primera fase. Más que emprendedor se considera empresario y su perfil es afín al del gerente.
El ‘quiero y no puedo’: Tiene ganas, iniciativa y espíritu emprendedor mas precisa una gran idea, dinero suficiente para ponerla en marcha, subsistir un par de años y tener la garantía de que los ingresos empezarán a fluir.
El workaholic: Su start-up es su vida, trabaja full life. Es un trabajador infatigable.
Empresario: Ya tiene experiencia corporativa anterior. Asume peligros mas, en contraste al intuitivo o el soñador, le agrada afianzar los proyectos, más que emprender.
Especialista: Este emprendedor tiene un perfil más técnico. Su foco está muy orientado al área de sus conocimientos, siendo su fortaleza y talón de Aquiles a la vez
Intuitivo: este emprendedor sabe donde está el negocio. Y lo sabe pues es un empresario nato que aparte de la razón sabe percibir su intuición.
Inversionista: El inversor busca rentabilizar su dinero con proyectos novedosos. Actúa como asociado capitalista, aportando capital y asesoramiento.
Oportunista: es el que ve la ocasión y se lanza. Sabe como advertir las ocasiones y los pasos que debe proseguir. Conoce el mercado, sus claves y las explota.
Persuasivo: Suele ser la punta de la lanza de un proyecto. Es la persona que inspira y persuade, sosteniendo en alto el espíritu del equipo.
Por imagen: “Emprender es cool”. En esa oración se podrían resumir las razones por las cuales ciertas personas emprenden, sin más. Y qué decir de aquellos que lo hacen de forma directa pues estiman que por su capacitación o “posición” no son quiénes para tener superiores. Son personas que generalmente pertenecen a un estrato social y económico alto, por lo que un posible descalabro no acostumbra a preocuparles demasiado.
Por milagro: No son casos usuales. Se fundamenta en el habitual caso de alguien que hace una cosa determinada sin pretender mucho a este respecto y consigue un éxito inopinado que le hace formar una compañía.
Por necesidad: Tipo de emprendedor muy frecuente, singularmente en temporadas de crisis como la presente. Suelen emprender cuando se pasa por una mala situación laboral o familiar. Generalmente lo hacen por la necesidad de salir adelante al coste que sea. Se trata de un género de emprendedor que tiende a montar proyectos de pequeño tamaño y fácil adaptación mas, tristemente, acostumbran a lanzarse sin conocimientos para hacer el proyecto de forma conveniente, por lo que la tasa de descalabro es muy elevada.
Por progreso: Estos emprendedores acostumbran a lanzarse por prosperar sus ganas de prosperar su situación al verse frustrado con su actual relación laboral y no por una necesidad económica solamente. Son personas que generalmente emprenden en temas afines a los que han desempeñado en su vida laboral, por lo que saben de primera mano de qué forma marcha el campo. La tasa de éxito de estos emprendedores es superior, pues conocen el negocio y el mercado
Social: Es el emprendedor que quiere mudar el planeta. Está en busca de soluciones renovadoras y tratando de influir de forma positiva en el resto. Sus ideas se relacionan en causas para combatir la discriminación, la pobreza, el daño al medioambiente, entre otras muchas.
Es revolucionario y un tanto rebelde, lo que puede ocasionarle ciertos inconvenientes.
Visionario: Se adelanta a las tendencias del instante y pone su esmero y negocio en campos o productos que van a ser la clave en un futuro.
Vocacional: acostumbran a ser seriales; los que una vez que logran posicionar su producto, marca o servicio, salen en pos de nuevas aventuras.
De pacto con los diferentes estudios y especialistas en entrepreneurship, los emprendedores que triunfan tiene por lo menos tres de estas peculiaridades. Personalmente creo que es así, mas lo esencial en suma no es lo que afirme, ni los estudios ,ni los especialistas ni absolutamente nadie.
Para vos, lo único que debe importar es no traicionarte; ser leal a tus convicciones, un paladín de tus sueños y que te autoexamines de manera consciente en forma incesante para fortalecer tus talentos emprendedores y robustecer tus puntos enclenques.
Marcelo Berenstein
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Bogotá (Colombia), 1989. Apasionado por la investigación y el análisis de temas de interés público. Estudió comunicación social en la Universidad de Bogotá y posteriormente obtuvo una maestría en periodismo investigativo en la Universidad de Medellín. Durante su carrera, ha trabajado en diversos medios de comunicación, tanto impresos como digitales, cubriendo temas de política, economía y sociedad en general. Su gran pasión es el periodismo de investigación, en el cual ha destacado por su habilidad para descubrir información relevante y sacar a la luz temas que a menudo se mantienen ocultos.