Los sueldos medraron un tres,41% hasta septiembre, conforme la estadística de convenios colectivos del Ministerio de Trabajo. Es un registro alto, el mayor desde dos mil ocho (tres,6% anual), y posiblemente el amontonado del año finalice superándolo. En enero las nóminas medraron un dos,81%, hasta mayo un tres,26% y hasta el noveno mes quince centésimas más. Es una buena nueva para los trabajadores, mas queda opacada por el avance de la inflación. La media de las tasas interanuales de IPC en lo que llevamos de año (así se calcula la inflación anual cuando acaba el curso) es del tres,64%, sutilmente sobre el levanta salarial. La diferencia es tan pequeña que podría afirmarse que hay un equilibrio, con costes y remuneraciones dibujando exactamente la misma gráfica. Pero cabe rememorar que en dos mil veintidos y dos mil veintiuno no se dio tal sintonía: los costes medraron cinco con veintiuno puntos más que los sueldos el año pasado y el precedente, uno con cuarenta y ocho.
La estadística de convenios no recoge todos y cada uno de los sueldos del país, sino más bien aquellos regulados por convenios colectivos con efectos económicos conocidos y registrados. El último dato, de septiembre, es una fotografía fija de de qué forma han alterado para nueve con cincuenta y dos millones de trabajadores. Cabe resaltar que si solo se tienen presente los convenios firmados o actualizados en dos mil veintitres, que afectan a dos,6 millones de empleados, el aumento asciende al cuatro,27%. Respecto a la inflación, el último dato interanual es el acelerón de septiembre, un tres,5%, el aumento más alto en 5 meses.
En resumen, atendiendo a estos datos, en dos mil veintitres el poder de adquiere se quedará como estaba o va a mudar sutilmente. Es un escenario diferente al de dos mil veintidos, cuando los sueldos reales de España padecieron el mayor retroceso desde el instante en que hay registros, el noveno más alto entre los treinta y ocho miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Así, si bien los sueldos no mermen este año, aún no recobran lo perdido a lo largo de los peores meses de la inflación. El gobernante del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, presagió hace un par de semanas que el poder adquisitivo de los españoles no se recobrará por lo menos hasta dos mil veintiseis.
Sindicatos y patronales llegaron a un acuerdo en el mes de mayo que insta los empresarios a subir los sueldos un cuatro% en dos mil veintitres, el llamado Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC). El acuerdo salarial marca un camino de subida de otro tres% en dos mil veinticuatro y exactamente el mismo incremento en dos mil veinticinco, los dos susceptibles de sumar un 1% extra si la inflación supera esas subidas el año precedente. Si se cumplen las previsiones del Fondo Monetario Internacional, esa ruta tampoco serviría para ganar poder adquisitivo en dos mil veinticuatro, ya que la inflación en España va a ser de un tres,9%. Según el Banco de España dos mil veintitres acabará en un tres,6% de media y el próximo año, en un cuatro,3%. El Ministerio de Seguridad Social proyecta un aumento del cuatro% este año y del dos% en dos mil veinticuatro y dos mil veinticinco.
Optimismo del Gobierno
Pese a estas cantidades, el Gobierno es optimista con respecto a la evolución del poder de adquiere de los españoles. “El poder adquisitivo de los hogares, que a mediados de 2023 ya se situaba en niveles previos a la perturbación energética de 2022, continuará avanzando como resultado de las subidas salariales observadas en los convenios y el control de la inflación”, señala el Ministerio de Hacienda en el plan presupuestario remitido a Bruselas y presentado este lunes. “Todo ello se verá reforzado por el retorno de la confianza de los hogares a niveles previos a la invasión de Ucrania, a lo que vienen contribuyendo tanto las medidas adoptadas ante la perturbación como la reducción de la temporalidad en el empleo tras la reforma laboral de 2021″, añade el informe.
“Los salarios”, prosigue el Gobierno, “continuarán creciendo en 2024 impulsados por las ganancias de poder adquisitivo y de productividad derivadas de las reformas estructurales adoptadas. La remuneración por asalariado crecerá a tasas superiores a las de los precios de consumo, de manera que los trabajadores ganarán capacidad adquisitiva durante el periodo 2023–2024″.
El Ejecutivo cree que la productividad crecerá, y de la mano los salarios, por el impulso de actividades con alto valor añadido, derivado de “el cambio de composición en la estructura sectorial del empleo, con un mayor protagonismo de los servicios TIC y actividades científicas y profesionales” y el “aumento del stock de capital intangible derivado del proceso de digitalización de la economía española que está impulsando el Plan de Recuperación”.
El informe de Hacienda advierte de posibles contrariedades en el horizonte, como “un rebrote de las presiones en los precios de la energía en un entorno geopolítico complejo. El reciente incremento en los precios del petróleo y del gas vuelve a evidenciar que los costes energéticos se mantienen en una situación de volatilidad que puede afectar a la actividad y retrasar la vuelta de la inflación al objetivo a medio plazo”.
Sindicatos y patronales reclaman el AENC
Pese al repunte de la inflación, en UGT piensan que el AENC no solo sostendrá el poder adquisitivo de los trabajadores, sino a futuro logrará recobrar una parte del que se perdió en años precedentes. “Si nos fijamos en todos los convenios la subida es del 3,41%, pero si nos centramos en los de 2023 estamos en un 4,27%. Eso es señal de que las empresas están incrementando salarios como marcaba el AENC, de que la tendencia apunta a subidas mayores a medio plazo”, explica el vicesecretario general de Política Sindical, Fernando Luján. Coincide Mari Cruz Vicente, secretaria confederal de Acción Sindical de CC OO: “La negociación colectiva ha cogido impulso desde el AENC. Creemos que servirá para ganar poder adquisitivo cuando se haya desplegado al completo. Se apreciará cuando tengamos todos los datos definitivos, ahora son provisionales”.
Los dos sindicalistas recuerdan que si la inflación medra más de lo previsto, el pacto salarial contempla una subida extra del 1% que se sumaría al tres% pactado para dos mil veinticuatro y dos mil veinticinco. “Es cierto que no se ha recuperado lo perdido en 2022, que algunas previsiones no son positivas y, a la vez, los márgenes empresariales siguen en máximos”, matiza Vicente. “Por eso es tan importante que el Gobierno mantenga las ayudas para frenar la inflación y que las acompañe de otras”, resalta. Entre demanda un desarrollo de la ley de residencia, ante la enorme porción del sueldo que consumen alquileres e hipotecas. “Creo que en 2024 y 2025 los salarios crecerán más que la inflación, como para recuperar parte del poder adquisitivo perdido”, concluye Luján.
Fuentes de la CEOE asimismo valoran de forma positiva el efecto del AENC, e instan a confiar en su desarrollo para asegurar el poder adquisitivo: “El AENC ha sido tal revulsivo para la negociación colectiva que convenios que llevaban mucho tiempo bloqueados se están revisando. La reacción es buena y hay que dejarlo avanzar”. Las mismas fuentes insisten en que la actual situación, que combina subidas salariales, reducción de la conflictividad y fortaleza del empleo, prueba que el pacto fue “positivo”.
“La recuperación está siendo muy desigual por sectores e incluso territorios y también por tamaño de empresas”, añaden fuentes de Cepyme. Las mayores levantas se dan en Región de Murcia (cinco con veintisiete%), País Vasco (cuatro,98%) y Aragón (cuatro,47%), y las menores en Asturias (tres,11%), Extremadura (dos,85%) y Castilla-La Mancha (dos,75%); y por campos, las más altas en empleadas de hogar (seis con treinta y cinco%), actividades artísticas (cuatro,02%) y hostelería (tres,94%), y las más bajas en industrias extractivas (dos,36%), actividades inmobiliarias (dos,31%) y suministro de energía (uno con noventa y ocho%). “En el caso de los sectores y empresas en los que existe mayor margen para mejorar la retribución de los trabajadores se está haciendo. Por ejemplo, casi cuatro millones de trabajadores sumaban un incremento salarial del 4,96%″, añaden en Cepyme.
Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research, apunta que si se tiene en cuenta la inflación subyacente, el golpe a los salarios es mayor: “Va terminar entre el 5% y el 6% en promedio, lo que certificaría una pérdida de poder adquisitivo”. Además, resalta que la estadística de convenios, si bien se compone de una muestra enorme, especifica la situación de trabajadores protegidos por la negociación colectiva. “Lo normal es que las subidas globales sean algo menores de lo que indica la estadística de convenios, que no toma todo el universo de los trabajadores, sino el de los más protegidos por los sindicatos”. Cardoso piensa que las ganancias de poder adquisitivo se certificarán de ahora en adelante, ya en dos mil veinticuatro. Su equipo de estudios estima que la renta libre de los hogares podría acrecentar algo más de un dos% en términos reales el próximo año.
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