Sí, la improvisación puede ser buena muchas veces y hasta es posible que te saque de más de un aprieto, mas atentos: hay que acotar un modelo de
negocios para eludir muchos tropiezos y saber cuál es el camino que pretendemos recorrer.
Un modelo de negocio es esencial para la planificación estratégica, la ejecución eficaz y el éxito sustentable de cualquier empresa o proyecto. En
otras palabras: es la piedra angular sobre la que debería reposar todo.
Es como tener un mapa que asista a hallar el camino, una herramienta que dé una estructura sólida y congruente para guiar todas y cada una de las
actividades de tu proyecto personal o emprendimiento.
¿Por qué precisamos contar con uno propio? Las razones son variadas, mas todas y cada una contundentes para poner a trabajar en hallar o repensar
el tuyo.
Un modelo de negocios bien definido da una visión clara de de qué forma operará tu empresa, como aspectos esenciales que van desde qué valor
aportará a los clientes del servicio hasta de qué forma producir ingresos.
Si la palabra clave previamente era “enfoque”, ahora charlamos de “toma de decisiones efectivas”, puesto que te da el marco para valorar nuevas
ocasiones, productos o estrategias en función de de qué forma se ajustan al modelo existente.
De igual forma, permitirá contar con una herramienta poderosa para comunicar tu propuesta de valor a asociados, inversiones, clientes del servicio potenciales y a
tus empleados.
Además, si eres de los que te agrada “medir” el cumplimiento de tus planes, puesto que un modelo de negocios establece métricas y KPIs (Indicadores Clave de
Rendimiento) para valorar el éxito y el progreso de tu empresa.
¿Qué debes tomar en consideración para poner en limpio tu modelo de negocios?
Primero, define meridianamente qué valor aportas a tus clientes del servicio, o sea, tu propuesta de valor. Responde estas preguntas: ¿Cuál es el inconveniente que
resuelves? ¿Qué necesidad satisfaces?
Tampoco olvides identificar a tu público objetivo, tu segmento de mercado. Otra vez las interrogantes: ¿Quiénes son tus clientes del servicio ideales? Estúdialos,
entiende sus peculiaridades, necesidades y comportamientos.
También decide cuáles van a ser tus canales de distribución, la manera en la que vas a llegar a tus clientes del servicio, sea a través de ventas directas, distribuidores,
comercio virtual u otros.
Piensa, del mismo modo, de qué forma vas a producir ingresos, qué vas a vender y como, y define costes, formas de pago y modelos de explotación comercial. A esto suma que debes
establecer la estructura de costos, ver cuáles son los costos fijos, variables, de adquisición de clientes del servicio, de producción, etc.
Asegúrate de edificar un modelo de negocios flexible que puedas progresar conforme tengas más experiencia y cambie el mercado. Edifica uno que sea capaz
de “oscilar”, mas no desmoronarse y que te deje continuar medrando hasta lograr el éxito.