Caroline Ellison, ex directiva ejecutiva del fondo de cobertura de Sam Bankman-Fried, Alameda Research, ha declarado este martes que cometió fraude así como el exmagnate de las criptomonedas, creador de la plataforma de intercambio FTX y en su día su novio. Ellison, que confirmó haber mantenido una relación con el acusado, es la testigo estrella de los 3 viejos cooperadores de SBF, como se conoce al líder caído en desgracia, que desde la semana pasada se sienta en el banquillo para contestar de 9 cargos, entre ellos fraude y lavado de dinero, que podrían costarle, de ser declarado culpable, hasta veinte años de prisión. Los otros dos estrechos cooperadores, que asimismo se han declarado culpables de fraude, admitieron cooperar con la fiscalía de Manhattan como Ellison.
“Alameda tomó varios miles de millones de dólares de dinero de los clientes de FTX y lo utilizó para sus propias inversiones y para pagar las deudas que tenía”, ha declarado Ellison sobre la plataforma que parecía presta a revolucionar el negocio de las monedas digitales. La exdirectiva y cómplice del supuesto fraude especificó que SBF, de treinta y uno años, ordenó a Alameda tomar prestados unos diez millones de dólares estadounidenses de los clientes del servicio de FTX para abonar préstamos, maquillando el trasvase a través de un cómputo fraudulento de cara a los inversores, a fin de que su apuesta pareciese menos peligrosa de lo que terminó siendo. FTX se declaró en ruina en el mes de noviembre pasado, arrastrando a Alameda Capital, con un orificio por importe aproximado de esa cantidad.
Los fiscales preguntaron a Ellison por qué piensa que FTX se quedó sin dinero en el mes de noviembre de dos mil veintidos, a lo que respondió, abundando en el supuesto fraude: “Alameda lo había tomado para hacer nuestras propias inversiones y para pagar a nuestros prestamistas”. La mujer no intercambió ni una mirada con su expareja, ni tan siquiera cuando abandonó la sala en la pausa del almuerzo tras finalizar la primera una parte de su testimonio, conforme la agencia Reuters. Ellison es diplomada por Stanford, la universidad donde dan clase los progenitores de SBF.
Bankman-Fried, retratado en una biografía del autor superventas Michael Lewis como un tipo con extrañas habilidades sociales e inútil de nombrar a 3 de los consejeros de su firma (“solo le importaba que estuvieran disponibles para firmar documentos a cualquier hora, a las 3 de la madrugada”, cuenta Lewis en el libro, publicado la semana pasada), se ha declarado inocente de dos cargos de fraude y 5 de conspiración, y si bien ha asumido que cometió fallos, mantiene que jamás tuvo pretensión de hurtar fondos. También se le acusa de usar fondos sustraídos de FTX para adquirir bienes raíces y hacer esenciales donaciones a aspirantes republicanos y demócratas y acrecentar así su repercusión en Washington, por lo otro de los cargos es violación de las leyes de financiación de las campañas políticas. También habría incurrido en sobornos millonarios en China.
La defensa de SBF ha desechado la declaración de los 3 excolaboradores aduciendo que deberían haber denunciado el presunto fraude en su día, no frente al tribunal. Gary Wang, exjefe de tecnología de FTX, declaró el viernes que Bankman-Fried le ordenó que dejara a Alameda tener un saldo negativo en FTX y solicitar prestados hasta sesenta y cinco millones de dólares estadounidenses de la bolsa, privilegios de los que carecían otros clientes del servicio. El tercer cooperador de la justicia, el exjefe de sistemas informáticos de la compañía, Nishad Singh, declarará próximamente. Está previsto que el juicio se extienda 6 semanas.
Mientras que Bankman-Fried ha escrito entradas de weblog y concedido entrevistas a diferentes medios desde su detención en el mes de diciembre de dos mil veintidos -salió bajo detención domiciliario tras el pago de una fianza de doscientos cincuenta millones de dólares estadounidenses, obligado a vivir en la casa de sus progenitores-, Ellison ha mantenido un perfil bajo desde el momento en que se declaró culpable ese mes. Pero a SBF le costó cara su locuacidad. En julio, el diario The New York Times publicó un artículo que citaba reflexiones escritas por la mujer ya antes del colapso de FTX, en las que confesaba estar apabullada por el trabajo y dolida por la rotura sentimental con SBF. Bankman se las filtró al periódico y pagó cara su indiscreción: el juez de distrito Lewis Kaplan, exactamente el mismo frente al que se sienta ahora, anuló la fianza por posible manipulación de testigos y lo mandó desde la mansión familiar de Palo Alto (California) a una atestada prisión de Manhattan, desde la que asiste al juicio diariamente.