Latin America Invest nació hace prácticamente treinta años como una plataforma de negocios desarrollada para crear riqueza en toda América Latina. En la actualidad, con una facturación afianzada próxima a los cien millones de dólares estadounidenses anuales, administra cuatro mil millones de dólares estadounidenses por medio de diferentes automóviles de inversión privados (Private Equity Fund), con el foco puesto en 3 bloques: real estate, agroindustria y bonos soberanos.
Desde sus oficinas primordiales en Estados Unidos de Norteamérica y España se toman las resoluciones de administración de cada país sudamericano en donde opera, habiendo dividido el continente en dos grandes bloques: Alianza del Pacifico, ordenada desde México, y Mercosur, ordenada desde Montevideo.
Un conjunto de 7 ejecutivas, cada una a cargo de su país de origen, son las que ejecutan las estrategias y sostienen las relaciones con los gobiernos y los campos económicos en los que invierten. Esto hace que exactamente las mismas tengan un conocimiento profundo de lo que pasa en todos y cada país y, como resultado, se consigan mejores rendimientos fruto del profundo análisis económico y político que efectúan.
La zona ha vivido en los últimos tiempos un esencial giro a la izquierda que ha puesto en patentiza los inconvenientes de gobernabilidad y fragmentación del sistema político. La ciudadanía demanda soluciones y su voz se eleva poco a poco con mayor fuerza merced a las redes sociales, por lo que ya no duda en ser “infiel” ideológicamente si con esto espera lograr resultados.
En cuanto a la economía, las altas tasas de interés, una inflación desmandada o la aguardada bajada de costos de las commodities provocada por la restauración del dólar, no presagian un futuro alentador.
Cada una de las directivas de Latin America Invest, efectúa para Forbes un análisis de lo que sucede en sus respectivos países. Al terminar, el presidente de la compañía, Damian Valenzuela Mayer, expresa las conclusiones de qué hacer en frente de estos escenarios.
Berenice Rangel
Licenciada en Negocios Internacionales, directiva para México, nos afirma que el país navega entre las aguas del nearshoring (relocalización de las redes productivas internacionales), merced a su relevancia geopolítica por medio de la que puede capitalizar beneficios, si bien no a corto plazo. El mayor peligro que hay en el horizonte es la posible desaceleración de la economía de Estados Unidos y la inflación, que frenaría el ingreso de divisas, afectando el género de cambio, no obstante, la política monetaria fijada por Banxico, al elevar las tasas de interés, se muestra adecuada.
El presidente López Obrador México cuenta con una aprobación esencial y estabilidad a nivel político y lo más probable es que un aspirante de Morena (el partido oficial) sea el que continue en el poder. No existen esperanzas de reformas tributarias ni existen interrogantes que pongan en lona de juicio la autonomía de las instituciones clave del país. Sin duda, México se posiciona como de los mejores destinos de inversión en la zona.
Pamela Sánchez
Analista de Sistemas, directiva para Perú, plantea que el país sufre unos profundos inconvenientes de gobernabilidad. Aunque en último extremo el Congreso lograra eludir el adelanto de las elecciones presidenciales, los niveles de aprobación se ubican bajo el treinta % y Perú ocupa el primer sitio en el ranking de países con mayor nivel de desafección ciudadana de América Latina.
La inflación se ha disparado hasta lograr el nueve % y la meta de reducirla va a ser un proceso lento.
El ahorro forzado que provocó el confinamiento impuesto por la pandemia ha tolerado al consumo privado mantener la economía peruana. El caos político tiene un impacto profundo en muchos campos de la economía, aun en aquellos en los que se debería sostener el progreso, como el comercio, los hidrocarburos, el agropecuario o el agroindustrial.
En lo que al futuro se refiere, la palabra clave es “Confianza”, o la falta de ella.
Karina Llanos
Abogada, directiva para Argentina, tiene el reto más esencial pues, como manifiesta, las diferencias entre el ritmo de desarrollo del dólar mayorista y el de los costos, provocadas por la política monetaria del Gobierno, genera tal desfase que, una vez ajustadas las tasas de interés, se consigue como resultado una inflación del 113’5 % anual.
Opina que sería una malísima nueva para Argentina que la Reserva Federal estuviese presta a proseguir subiendo la tasa de interés en un corto plazo al generar consecuencias en el retroceso de todas y cada una de las materias primas, sobre todo las agrícolas. El Gobierno cuenta con escasas reservas y se ve inútil de conseguir financiamiento en un largo plazo. Sin la posibilidad de lograr un nuevo dólar soja ya antes de la cosecha de mayo, todo hace alardear que se generará un endurecimiento del cepo cambiario, mayores limitaciones a la importación y una nueva subida de la inflación.
Argentina vive un instante de sopor y solo la perspectiva de un posible cambio de Gobierno podría lograr que despertase.
Laila Saade
Economista, directiva para Ecuador, se muestra conforme con el FMI al predecir para Ecuador un desarrollo del 3’1 en dos mil veintitres, sobre el promedio regional, mas estima que es bastante difícil de lograr. La inseguridad política ha provocado que el peligro-país se haya disparado debido al escándalo por presunta red de corrupción en las compañías públicas y el Gobierno. El expresidente Correa trabaja para recobrar el poder sea directamente o indirecta, y los mercados internacionales muestran ya signos de preocupación frente a los posibles cambios que se generarían en las elecciones de dos mil veinticinco.
Su visión en lo económico, es que la estrategia del Gobierno para impulsar su desarrollo pasa por inyectar recursos desde la banca pública cara el campo micro productivo e invertir en obra pública, sobre todo en mantenimiento vial, para producir empleo en pequeñas empresas y asociaciones de emprendedores, y en abrir mercados con otros países como China, Corea del Sur, Canadá o Costa Rica.
Andrea Oviedo
Economista, directiva para Bolivia y Perú, considera que Bolivia vive hoy una dura lucha por el poder. La gobernabilidad cada vez es más bastante difícil para el presidente Arce, por las peleas internas (Evo Morales desea recobrar el poder), y por la fuerte oposición ciudadana, eminentemente en Santa Cruz.
El Gobierno solo ve a la compañía privada como una fuente de financiación y no como un vehículo de creación de riqueza, por lo que la somete a grandes fiscalizaciones mientras que sostiene la idea de que la inversión ha de ser pública. Su gran preocupación radica en aceptar medidas para conservar el género de cambio fijo en el marco de pérdidas de reservas e naciente inflación.
En cuanto a Perú, en términos políticos, solo es previsible la imprevisibilidad, lo que lastra el desarrollo económico. El 2’7 % alcanzado en dos mil veintidos se muestra deficiente para contestar a las crecientes demandas sociales y la falta de seguridad jurídica distancia la posibilidad de atraer nuevas inversiones extranjeras. El país precisa urgentemente poner punto y final a la crisis de gobernabilidad.
Jerica Rodríguez
Abogada, directiva para República Dominicana, desarrolla una descripción de la presente coyuntura económica resaltando que la primordial actividad generadora de ingresos en el país sigue siendo el turismo, un campo que en dos mil veintidos aportó el veinticinco % de las divisas. Existe la pretensión por la parte de Gobierno de ejecutar un plan que incentive el desarrollo turístico y hotelero del país a través de el promuevo de leyes y ocasiones que faciliten la captación de capital procedente del extranjero.
El confrontamiento de los dos primordiales partidos que aspiran a lograr la presidencia en las elecciones de dos mil veinticuatro, el Partido de la Liberación Dominicana y La Fuerza del Pueblo, favorece al país al crear un cómputo de fuerzas que fuerzan a quienes fungen como servidores públicos a un mayor compromiso y más precaución en el ejercicio de sus funciones.
Concluye que, a resultas de este tiempo de estabilidad, República Dominicana ha conseguido posicionarse como uno de los primordiales focos para la inversión extranjera de América Latina.
Laura Jiménez Quesada
Economista, directiva para Uruguay nos comenta que dos mil veintidos cerró con datos positivos para la economía uruguaya y un desarrollo en el ambiente del cinco %. Las exportaciones supusieron el primordial motor de desarrollo, seguido por las inversiones (si bien han vivido una desaceleración a lo largo del año) y el consumo privado. Sin embargo, los analistas advierten de un enfriamiento que llevaría a Uruguay a confluir cara su desarrollo potencial, que claramente resultaría deficiente para abordar los retos pendientes.
La sequía podría impactar en alza sobre los costos, eminentemente en frutas y verduras, mas el ritmo de desarrollo de los costos al consumo seguiría una ruta de moderación. Así, la inflación proyectada para el presente año apunta a una bajada de por lo menos medio punto porcentual.
El BCU sostiene su tasa de referencia en el 11’5 %, si bien ha manifestado que valora propiciamente la evolución de las esperanzas de inflación y la tendrá presente en la política de toma de resoluciones futura.
Damian Valenzuela Mayer
Damian Valenzuela Mayer, presidente global de Latin America Invest.
Presidente global de Latin America Invest, resume lo que cada una de las directivas comentó: Si deseamos conseguir altos rendimientos estamos prestos a aceptar la volatilidad política que se va a vivir en el futuro próximo, la inestabilidad cambiaria, los procesos inflacionarios y ciertos cambios en las reglas de juego tanto para la inversión como a nivel impositivo; Latinoamérica es una enorme OPCION.
Parece un contexto desafiante, mas existen herramientas para supervisar peligros y conseguir certeza. Bonos Indexados por inflación, Contratos de Cobertura Cambiaria, Derivados, Mercados de Futuros, etc.; son una parte del menú de herramientas que un empresario va a poder usar para aprovechar estas coyunturas.
Con alguna salvedad, las economías sudamericanas arrastran un déficit fiscal y comercial que las ha llevado a niveles altos de endeudamiento. El panorama internacional, con el encarecimiento del costo del dinero, una inflación internacional sistémica, en ciertos casos bastante difícil de contener, y el fortalecimiento del dólar, no ayuda a dibujar un mejor escenario para el juego económico.
Creemos que México y Brasil van a tener un recorrido mas sosegado y estable que el resto de los países; Perú, Chile, Colombia, Bolivia y Ecuador deberán manejar sus vaivenes políticos, mas son países en donde se puede producir valor con inseguridad media. Uruguay y Paraguay son países que dependen de sus vecinos Brasil y Argentina en lo que se refiere a los efectos por contagio positivos y negativos. Argentina es el país con mayores posibilidades de implosión económica, que lo transforma en el más previsible para vender en corto y Centro América y el Caribe tienen su activa, fruto de su proximidad al Bloque del Nafta y sus enfrentamientos migratorios.
En conclusión, hay que aprovechar las ocasiones de liquidación de activos a través de una beligerante negociación que, sumadas a las altas tasas de interés de los bancos centrales, dejan conseguir flujos sólidos en las situaciones puestas, cubriéndose del peligro cambiario con seguros y contratos de futuro, mientras que se ejercita un control férreo sobre los plazos.
Bogotá (Colombia), 1989. Apasionado por la investigación y el análisis de temas de interés público. Estudió comunicación social en la Universidad de Bogotá y posteriormente obtuvo una maestría en periodismo investigativo en la Universidad de Medellín. Durante su carrera, ha trabajado en diversos medios de comunicación, tanto impresos como digitales, cubriendo temas de política, economía y sociedad en general. Su gran pasión es el periodismo de investigación, en el cual ha destacado por su habilidad para descubrir información relevante y sacar a la luz temas que a menudo se mantienen ocultos.