España encara por segundo año sucesivo una producción de aceite de oliva muy bajo la media histórica (setecientos sesenta y seis mil toneladas), lo que presagia fuertes tensiones en el mercado oleícola dado a que los costes del aceite de oliva sostendrán su escalada en los próximos meses.

“No vemos una bajada de precios del aceite de oliva a corto plazo, es una cuestión de oferta y demanda”, ha indicado la consejera andaluza de Agricultura, Carmen Crespo, tras presentar hoy en Jaén el aforo de la próxima campaña olivarera. Crespo asimismo ha mostrado su inquietud por el descenso de usuarios por la escalada de costes, y adelanta acciones de promoción sobre las propiedades saludables del aove que incidirán sobre todo en el campo de la restauración y la hostelería.

Pese al ligero incremento en la producción, el olivar ha vuelto a padecer el agobio hídrico (de un treinta y tres% conforme Agricultura), padecer temperaturas sobre la media y enlaza una segunda campaña de mínimos tras la del año pasado, que fue la peor del siglo. Y eso provocará que se dispongan de las menores existencias de aceite de oliva en las dos últimas décadas, lo que adelanta que se sostendrán las tensiones en un mercado que ha visto como los costes del aceite de oliva se han duplicado en apenas un año y ya superan los diez euros el kilogramo.

Desde Andalucía, la comunidad que concentra el ochenta% de la producción oleícola, se demanda al Gobierno de la nación que acomete las infraestructuras hidráulicas pendientes y asimismo que el olivar se pueda favorecer de la captación de aguas regeneradas.

Los olivareros urgen medidas de choque frente a una situación que Luis Carlos Valero, de Asaja Jaén, considera “catastrófica”. A su juicio, “por mucho precio que coja el producto por falta de existencias, no se compensa ni el incremento de costos que tiene para el agricultor ni la falta de producto”.

Teniendo en cuenta un link o un stock de campaña que en Andalucía es de doscientos treinta y dos mil toneladas, las disponibilidades de aceite van a ser de setecientos ochenta y dos mil seiscientos toneladas en la comunidad. “A pesar de que es un enlace corto, no vamos a llegar a una situación de desabastecimiento”, ha señalado Valero.

Juan Luis Ávila, responsable del Olivar de COAG en Andalucía, demanda “fondos para salvar a esas familias que no han tenido cosecha y se encuentran en una situación de prácticamente cierre de sus explotaciones”. En su opinión, a la sequía de las dos últimas campañas hay que sumar el exorbitante incremento de los costos de producción (energía, fitosanitarios…), que cifran en un aumento del ciento quince%.

Las consecuencias de la mengua en la campaña asimismo se van a dejar sentir en la generación de empleo. Este año se prevén quince con siete millones de jornales, de los que cinco con siete millones se van a dar en la recolección de aceituna. Desde el Partido Socialista Obrero Español se apremia a la Junta de Andalucía a aprobar un plan excepcional de empleo para mitigar los efectos de la campaña de la aceituna. Además, partidos y organizaciones agrarias han pedido la exención de la demanda de las peonadas para acceder al cobro del subsidio agrario.

Mercedes Cruz Ocaña