El lanzamiento en abierto de ChatGPT en el mes de noviembre del año pasado inauguró una vibrante carrera por la inteligencia artificial (IA) generativa. Meta se había mantenido al lado de ese delirio, leal a su apuesta por el metaverso, mitigando a los inversores con pequeños anuncios puntuales para enseñar que no se dormía en ese frente. Esa tregua terminó ayer por la noche. El creador y CEO de la compañía, Mark Zuckerberg, anunció a bombo y platillo el nacimiento de Meta AI, el chatbot conversacional que va a acompañar a los usuarios en las aplicaciones del conjunto, como WhatsApp, Instagram o Messenger.
El magnate mostró en Meta Connect, el acontecimiento anual en el que la compañía presenta sus novedades, ciertos ejemplos de uso. En un conjunto de WhatsApp, el usuario puede preguntarle a MetaAI tal y como si fuera un interlocutor más qué restoranes orientales están abiertos hoy en el distrito. Todos los miembros del conjunto van a ver la contestación y van a poder interaccionar con ella. En Instagram, el usuario le solicita al asistente que rodee de cachorros una fotografía determinada. MetaAI lo hace de forma ultrarrealista y en pocos segundos. “Meta AI es tu asistente básico, le puedes hablar como a una persona. Creo que va a transformar la forma en que la gente usa nuestros productos”, afirmó Zuckerberg.
La inmersión de Meta en la IA generativa llega algo después que la del resto de grandes tecnológicas, mas apunta a ser total. El gigante prepara asimismo una aplicación dirigida a empresas a fin de que estas puedan configurar sus asistentes conversacionales, al estilo de ChatGPT, adaptados con el aspecto de conocidos (como Snoop Dog o Paris Hilton). También presentó una herramienta para crear stickers originales.
Nuevas gafas
El viraje a la IA ha sido parcial. La gran apuesta estratégica de la compañía prosigue siendo el metaverso. En el apartado de hardware, Zuckerberg presentó dos nuevos aparatos. Las lentes de realidad mixta Quest tres, que van a salir en venta el diez de octubre por unos quinientos cincuenta euros. Tienen un chip que duplica la potencia computacional con respecto a las Quest dos. Presenta asimismo ciertas mejoras sobre las Quest Pro (mil doscientos euros), las lentes de alta gama, que prosiguen siendo las mejores del mercado hasta la data.
Por ejemplo, el salto de la realidad virtual (por entero digital) a la mixta (combina la visión normal con la integración de elementos digitales) se efectúa tocando un par de veces el lateral de las lentes. El visor escanea asimismo de forma automática la estancia en la que se sitúa el usuario y acepta todo el espacio como campo de acción. Con los precedentes modelos, había que acotar cada vez las fronteras del terreno sobre el que deseaba uno moverse.
Respecto al software, poco cambio de momento. La red social del metaverso, Horizon Worlds, prosigue sin evolucionar. La RA y virtual servirá, esencialmente, para jugar y ver películas. El entretenimiento proseguirá siendo el gancho primordial para atraer usuarios, al lado de determinados conjuntos profesionales relacionados con el diseño que le puedan hallar utilidad para modelaje, por poner un ejemplo.
Meta no ha renunciado en su pretensión de conseguir que la gente lleve sus lentes espía. La tercera gran novedad presentada por el magnate estadounidense fue otra generación de las lentes inteligentes Ray-Ban Meta. Siguen teniendo el aspecto de unas inofensivas lentes de sol, mas ahora, aparte de grabar imágenes, hacer fotografías y reproducir música, son capaces de retransmitir vídeos en riguroso directo. El asistente Meta AI va a llegar “pronto”, tanto a las Quest tres como a las Ray-Ban.
Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica.
Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales, es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.