Ser autónomo es una labor bastante difícil. Y no solo pues hay que hacer declaraciones trimestrales, de IVA, de IRPF, sostenerse al tanto de las
facturas, de los ingresos, de las ventajas, sino más bien asimismo por todos y cada uno de los inconvenientes de cero vacaciones o de ingresos irregulares que se tienen. De
hecho, el sesenta y cinco por ciento de los autónomos llegaron al autoempleo empujados por la necesidad, no por vocación de trabajar de forma independiente.
Así lo revela la nueva entrega del informe Infoempleo Adecco: oferta y demanda de empleo en España, que hace una radiografía del empleo en España
a lo largo del año pasado. Este documento revela que más de 6 de cada diez encuestados trabajaban ya antes como asalariados y han reconocido que prefieren
tener un empleo por cuenta extraña a tiempo completo pues piensan que les aportaría más calma.
A pesar de esa poca predisposición para ser autónomos, un 54,69 por ciento de los encuestados considera que es más feliz desde que trabaja por
cuenta propia, lo que significa un aumento de 4 puntos respecto al precedente informe de dos mil veintiuno.
Entre las primordiales ventajas que les aporta trabajar como freelancer, la mitad cita que lo mejor es ser su jefe, si bien asimismo
mientan la posibilidad de establecer sus horarios de trabajo (cuarenta y dos con setenta y uno por ciento), trabajar en lo que más les agrada (treinta y tres con ochenta y cinco por ciento), una
mayor sensación de libertad (veintiocho con trece por ciento), como la propia satisfacción personal y un mayor poder de resolución (las dos con un veinte con treinta y uno por ciento).
Solo el siete con ochenta y uno por ciento habla de gozar de mayores ingresos (percepción que además de esto se reduce respecto a la precedente encuesta).
Contar con la experiencia profesional conveniente (treinta con setenta y tres por ciento) y un buen respaldo económico (veintiseis con cincuenta y seis por ciento) son los dos elementos que los
freelances consideran más prioritarios para crear una compañía, al lado de tener una gran idea empresarial (veintidos con noventa y dos por ciento) y la capacitación conveniente
(diecinueve con setenta y nueve por ciento).
Se conoce como TRADE a aquel trabajador por cuenta propia que efectúa su actividad profesional para otra empresa de la que percibe por lo menos el setenta y cinco
por ciento de sus ingresos, de ahí que se lo considere a nivel económico dependiente. En España, el treinta y dos con veintinueve por ciento de los autónomos es TRADE y el 67,71
por ciento restante es, por tanto, independiente.
Como hemos visto, los freelances de nuestro país realizan su trabajo mayoritariamente en solitario (75 por ciento), bien desde su casa (45,31por
ciento) o desde un local alquilado (21,88 por ciento). Solo el 13,02 por ciento responde tener un local en propiedad. Sus jornadas laborales suelen ser
intensas y sus descansos semanales escasos. El porcentaje más elevado, un 35,94 por ciento de los profesionales, trabaja seis días a la semana. Para el
32,81 por cientola jornada de trabajo es de cinco días y un 26,56 por ciento confiesa que su labor se extiende a los 7 días de la semana. Solo un
4,69 por ciento de los consultados dice trabajar menos de cinco días a la semana.
Aunque entre los autónomos consultados un 82,81 por ciento no compatibiliza su actividad con otros empleos, el trece con dos por ciento afirma efectuar
además de esto trabajos por cuenta extraña a tiempo parcial e inclusive un cuatro con diecisiete por ciento los hace a jornada completa.
En cuanto al perfil demográfico de freelances, este estudio revela que, entre los encuestados, hay mayor presencia de hombres que de mujeres
(sesenta y ocho con dos por ciento frente al treinta y uno con ocho por ciento), que la enorme mayoría tiene estudios universitarios (37,50 por ciento tiene un grado, licenciatura o
diplomatura).