El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) debe ser meticuloso en sus decisiones, dijo Barr, al buscar reunir más datos y actualizar sus proyecciones para equilibrar los riesgos existentes. Este enfoque responde a un entorno económico considerado «desafiante», donde las preocupaciones sobre la inflación se contraponen a la necesidad de proteger el empleo.
En la reunión del 17 de septiembre, Barr votó a favor de reducir la tasa de referencia en 25 puntos básicos. Sin embargo, anticipa que el índice de precios de gastos de consumo personal (PCE), que la Fed utiliza para medir la inflación, superará el 3% al cierre de 2025. Este pronóstico resalta la complejidad de la situación económica actual.
A pesar de que el impacto de los aranceles implementados durante la administración de Donald Trump ha sido menor de lo previsto, Barr advirtió que podría haber un repunte en la inflación. Esto sucedería a medida que las empresas comiencen a agotar sus inventarios adquiridos antes de la imposición de aranceles y busquen mantener márgenes de beneficios elevando precios.
Además, destacó que tanto empresas como consumidores podrían modificar sus decisiones sobre precios, gastos y salarios al suponer que la inflación va a aumentar. Este fenómeno podría dar paso a un ciclo de persistencia inflacionaria que complicaría aún más la estabilidad económica.