La Inteligencia Artificial Generativa (IAG) está en boca de todos, sobre todo tras la llegada de ChatGPT, de OpenAI, que ha revolucionado todos los
sectores económicos. Y es que esta tecnología es capaz de replicar las expresiones humanas y producir contenidos que parecen generados por humanos. La
incertidumbre sobre esta tecnología está servida, no se sabe si algunos puestos de trabajo se van a ver afectados o cómo evolucionará, por ejemplo, la
comunicación con el cliente o el comercio electrónico. Y eso es precisamente lo que ha analizado el nuevo informe ‘El comercio en la era de la IA generativa’ realizado por Mastercard y en
donde se explora las implicaciones que tendrá esta nueva tecnología para la Next Economy.
En concreto, este informe resalta que en la próxima década se espera una total integración de la IA y de las soluciones que ofrece, sobre todo en
sectores para los que el uso de datos y la seguridad son lo más importante.
También se verá cómo las diferentes aplicaciones de IA serán capaces de crear bots para gestionar el comercio electrónico, coordinando las operaciones
de compra y venta, sin ningún tipo de intervención humana.
Así, esta tecnología impulsará, en los próximos años, muchas aplicaciones empresariales y de consumo, dotándolas de una mayor capacidad, y se llegarán
a desarrollar modelos para sectores específicos, como el ámbito jurídico, sanitario o financiero.
Ken Moore, chief Innovation Officer de Mastercard, ha indicado en un comunicado que “esta tecnología está preparada para transformar casi todos los
sectores”.
De hecho, las empresas que exploran la IA generativa están evaluando desde la integración autónoma de la tecnología en herramientas que no lo usaban,
hasta su integración en IAs ya existentes para hacerlas más atractivas y personalizadas. En los próximos años surgirán nuevas formas de uso específicas
para cada sector.
El informe subraya, por ejemplo, cómo afectará en las grandes empresas, ya que la IA generativa tiene potencial para hacer más ágiles
las colaboraciones entre compañías. Estas herramientas de IA, a través del aprendizaje automático, pueden facilitar la distribución horizontal de la
información en tiempo real, permitiendo al tejido empresarial adquirir un mayor dinamismo y agilidad en todas las áreas de la empresa. Algunos usos
incluirían el uso de bots que ofrezcan información instantánea durante reuniones estratégicas para aportar información al momento, así como gestión de
recursos, presupuestos y operaciones eficientes, etc. De esta forma, se daría dinamismo a los empleados para que puedan trabajar con mayor rapidez,
flexibilidad ya que los procesos se agilizarían.
Otro sector que se verá afectado por esta tecnología es las finanzas. El ecosistema financiero actual requiere de la interacción entre muchos agentes
diferentes, instituciones, empresas u órganos legisladores. La IA generativa podrá simplificar y agilizar estos procesos, actuando eficazmente como un
gestor de patrimonio personal con una visión global de la vida financiera de los individuos. A nivel de consumidor podría facilitar la integración de
cuentas bancarias, carteras de inversión, creación de planes de ahorro personalizados, incluso ser un gestor del patrimonio personal.
Por supuesto, las pymes también sentirán la presencia de la IA. Y es que las pequeñas empresas han evolucionado en los últimos años para poder
adaptarse mejor al mundo digital. La IA generativa puede ser una herramienta para todas aquellas empresas que no cuentan con muchos recursos ni
personal, ya que puede apoyarlas en su gestión financiera o para aumentar sus conocimientos de marketing.
El sector del retail también estará afectado. Algunos líderes del comercio ofrecen muchas opciones de compra, testimonios útiles de clientes y
comparaciones de precio, pero la gran variedad de opciones puede agobiar al consumidor y provocar su indecisión. Ahora, los asesores de compras dotados
de inteligencia artificial podrían tener un profundo conocimiento del consumidor sobre sus preferencias, pudiendo filtrar o eliminar productos con
malas críticas, mostrarle opciones más rentables y ayudarle a encontrar exactamente el artículo que busca.
El turismo, y, por tanto, los viajes también se verán afectados por la IA. Y es que organizar un viaje requiere que los viajeros deban tener en cuenta
muchos factores a la hora de planificar sus viajes. La IA hará «renacer» a los agentes de viajes con la integración de interfaces conversacionales en
plataformas de viajes como aerolíneas, proveedores hoteleros y servicios de transporte, que harán que planificar sea tan fácil como escribir lo que se
quiere hacer. La automatización que ofrecen IAs podría hacer que los usuarios reciban itinerarios detallados con alojamientos confirmados, reservas de
transporte y reservas gastronómicas adaptadas a sus preferencias.
El camino que recorrerá la IA
Según el informe, se prevé la aparición de nuevas tendencias que podrían ayudar a configurar y a continuar evolucionando la IA:
-
Integración personalizada: los nuevos grandes modelos lingüísticos (LLM), aquellos con modelos de aprendizaje profundo que
comprenden y generan texto de manera similar a la humana, impulsarán las aplicaciones de creatividad y personalización creando nuevas apps
especializadas para cada sector en específico. -
IA a medida: los estándares abiertos permiten integrar a la IA en diferentes aplicaciones, lo que da lugar a soluciones
especializadas, optimizadas y prácticas. -
Diferenciadores de datos: tanto los grandes bancos, financieras y empresas tecnológicas estarán a la última en cuestiones
relacionadas con IA generativa, debido a que poseen millones de datos críticos y tienen que ofrecer excelencia en cuanto a la seguridad de los
datos. -
Interacciones de IA con IA: los diferentes bots personalizados interactuarán con otros servicios a lo largo de la cadena de
suministro de una transacción para adaptar la compra, programar la entrega y confirmar y coordinar el pago sin ningún tipo de interacción humana.
Eso sí, esta tecnología requiere de una supervisión por parte de todos los agentes sociales y políticos. Este informe también destaca que los
responsables políticos, órganos reguladores, empresas y otras partes interesadas deberán emplear las mejores prácticas a la hora de usar y gestionar
esta nueva tecnología. Entre estos valores destacan la responsabilidad, la inclusión, la integridad, las mejores prácticas de seguridad y privacidad, y
un enfoque en la innovación y un impacto social positivo.