Las fiestas navideñas nunca están completas sin sus noches de celebración, y después de la tranquilidad de Nochebuena, llega un torbellino de fiestas, cotillones y cabalgatas. Para muchos profesionales, estos días son un verdadero reto, pues a menudo deben renunciar a la compañía de sus seres queridos para cumplir con sus responsabilidades. Se trata de una dedicación que, aunque poco reconocida, resulta esencial para el funcionamiento de la sociedad. Aquí incluyen las fuerzas de seguridad, sanitarios, personal de limpieza, farmacéuticos y trabajadores de transporte, quienes juntos laboran en un contexto nocturno que involucra a más de 2,4 millones de personas en España, según datos del INE.
Compromiso nocturno
El trabajo nocturno se extiende también a los centros de atención telefónica. En este ámbito, muchos colaboradores pasan sus navidades tras una pantalla, velando por la seguridad de hogares y comercios. Jacobo Cernuda, supervisor en el Centro Inteligente de Mando, Comunicación y Control (Cimacc 091) de la Policía Nacional en Madrid, lleva 20 años en el servicio y ha hecho de Nochevieja un día habitual de trabajo. “Aunque no pueda estar con mis padres en Oviedo, comprendo que es mi deber. Al finalizar el turno, tratamos de tomar las uvas en el coche, incluso con compañeros cercanos”, comparte. En este contexto, menciona que las llamadas suelen girar en torno a alteraciones del orden público y denuncias de hurtos.
Seguridad en tiempos de fiesta
La Guardia Civil también está en la línea de fuego durante estas festividades. En su Centro Operativo de Servicios, recibe reportes sobre seguridad ciudadana y accidentes. Su jefe, el teniente Juan José Delgado, reflexiona: “Estamos acostumbrados a estar lejos de nuestras familias porque el servicio lo exige”. Este año, como en otros, trabajará la noche de Reyes, preparado para recibir denuncias de robos donde delincuentes disfrazados se hacen pasar por repartidores.
Una noche de trabajo
El 31 de diciembre no es un día festivo en España, aunque muchas empresas ofrecen compensaciones. Empresas como Prosegur despliegan alrededor de 5.000 de sus 14.000 empleados en este día crucial. “Este servicio nocturno a menudo es solicitado de manera voluntaria”, explica José Gil Díaz, director general de Prosegur en España y Portugal. David Tejeda, un vigilante con más de 15 años de experiencia, concluye: “Son noches como cualquier otra. Si trabajamos en Nochevieja, nos llevamos las uvas y las disfrutamos cuando podemos”.
El equilibrio emocional en el trabajo
Desde Mapfre, José Luis Osa, director del Contact Center, destaca la importancia del equilibrio emocional en su equipo durante estas festividades. “Es esencial mantener una buena gestión emocional mientras los demás celebran”, enfatiza. Neus Hierro, farmacéutica en Barcelona, también resalta que, a pesar del cansancio, es vital afrontar el trabajo con energía y positividad: “El cliente no tiene la culpa y debemos dar lo mejor de nosotros”.
La limpieza tras la celebración
Después de las celebraciones, otro grupo de profesionales se encarga de devolver a las ciudades su pulcritud habitual. Txertu Barcala, un operario de limpieza del Ayuntamiento de Bilbao, lleva más de 30 años limpiando tras el jolgorio navideño. “Es fundamental prepararse para las seis de la mañana, cuando las calles quedan cubiertas de confeti, botellas y todo tipo de residuos. Aunque a menudo recibimos aplausos de la gente, sabemos que nuestra labor es crucial”, comenta.
Al final de la jornada, estos profesionales, desde policías y farmacéuticos hasta operarios de limpieza, forman un equipo indispensable para asegurar que las festividades se desarrollen de la mejor manera posible, haciendo que el esfuerzo detrás de las fiestas no pase desapercibido.
