Telefónica da un paso significativo en su estrategia global al anunciar el inicio del proceso para excluir su cotización de la Bolsa de Nueva York. Los titulares de los certificados de American Depositary Receipts (ADR) tendrán la opción de canjearlos por acciones ordinarias en las Bolsas de Valores españolas, según ha comunicado la compañía a través de un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Adiós a Wall Street tras 40 años
Con esta decisión, Telefónica, una de las grandes multinacionales españolas, pone fin a 40 años de presencia en la emblemática bolsa estadounidense. La compañía hizo su debut en Wall Street el 12 de junio de 1987, marcando un hito como la primera empresa española en ingresar al mayor mercado bursátil del mundo. Sin embargo, la operadora ha aclarado que no planea mover estos títulos a otro mercado regulado en EE. UU.
Ventajas para los inversores
La transición implica que el programa actual se transformará en un Programa de ADR de Nivel I, permitiendo que los certificados se sigan negociando de forma extrabursátil, lo que brinda flexibilidad a sus inversores. Aquellos accionistas que deseen hacerlo podrán canjear sus certificados por acciones ordinarias que coticen en las bolsas españolas. Según Telefónica, esta acción se alinea con su Plan Estratégico, presentado a los inversores en noviembre de 2025, y no afectará a los servicios ofrecidos en EE. UU.
Próximamente, Telefónica y su filial T. Emisiones presentarán los formularios requeridos ante la Securities and Exchange Commission (SEC), el regulador bursátil estadounidense. Se espera que la exclusión se haga efectiva dentro de diez días después de esta presentación, momento en el cual los certificados de la compañía quedarán fuera de negociación en la NYSE.
Nuevos horizontes en Perú
Pero el cambio no se limita a Estados Unidos. La empresa también planea iniciar un proceso similar en la Bolsa de Valores de Lima (BVL), sujeto a las normativas peruanas, tras haber vendido su filial en Perú a Integra Tec International por 900.000 euros en abril pasado. Así, Telefónica se enfocará en sus operaciones en los mercados español y brasileño, donde su filial opera bajo la marca Vivo.
Un legado en el mercado
La salida de Telefónica de Wall Street marca el fin de una era. Su debut en Nueva York fue un momento clave no solo para la compañía, sino también para la percepción internacional de España, ya que el gobierno tenía un papel mayoritario en su capital en esos tiempos. Durante esa primera emisión, la empresa captó 375 millones de dólares, un récord para una firma europea en América.
Aunque celebró su centenario en 2024 con un acto simbólico en la NYSE, la relevancia de esta cotización ha disminuido, con pocas diferencias de precios entre el mercado madrileño y neoyorquino. Al cierre de la última semana, la variación era de apenas dos céntimos de euro. Esto se traduce en menos presión para la multinacional, que ahora puede gestionar su operativa con menores exigencias informativas.
A medida que el interés por el sector de telecomunicaciones ha ido disminuyendo tras la burbuja de las puntocom, la experiencia de Telefónica en los mercados ha estado marcada por varias exclusiones de sus filiales. Ejemplos como el desplome de Terra y la rápida salida de Telefónica Móviles de la bolsa demuestran la volatilidad y los retos que enfrenta el sector. La historia de la teleco se entrelaza con la evolución del mercado bursátil español y sus particularidades.
Con este movimiento, Telefónica toma una decisión estratégica que refleja su adaptación a un entorno cambiante, priorizando su enfoque en mercados más cercanos a sus operaciones reales. La historia de su éxito y sus desafíos continúa evolucionando, reafirmando su compromiso con el crecimiento y la innovación en el ámbito de las telecomunicaciones.
