Las Empresas Atribuyen el Absentismo Juvenil Más a la Desmotivación que al Envejecimiento de Plantillas

Las Empresas Atribuyen el Absentismo Juvenil Más a la Desmotivación que al Envejecimiento de Plantillas

El absentismo laboral se ha convertido en un desafío creciente en el ámbito empresarial, afectando tanto la productividad como la economía en general. A pesar de los intentos de implementar medidas legales y acuerdos para mitigar este fenómeno, sus resultados son aún inciertos. En un estudio llevado a cabo por el Observatorio de la Competitividad Empresarial de la Cámara de Comercio de España, se encuestaron a 2,000 empresas para comprender el impacto del absentismo, los factores que lo provocan y las estrategias más efectivas para enfrentarlo.

Absentismo: Un problema latente

Uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio es que la falta de compromiso de los trabajadores, especialmente entre los más jóvenes, es un factor más determinante en el absentismo que la edad avanzada de la plantilla. Así, se demuestra que el absentismo es más un tema de motivación que un simple problema demográfico. Curiosamente, el estudio revela que tres de cada cuatro empresas consideran que el nivel de ausencias en sus equipos es, en su mayoría, bajo (59%) o moderado (13.4%). Solo un 27.6% considera que el absentismo es alto en su organización.

¿Qué factores influyen realmente?

La falta de compromiso y desmotivación de los jóvenes se señala como el segundo factor crítico para el absentismo, superando incluso a la percepción de que el envejecimiento de la fuerza laboral es el principal culpable. Este enfoque arroja luz sobre la necesidad de estrategias de retención y motivación dirigidas a los empleados más jóvenes, que son, en última instancia, vitales para el futuro de las empresas.

Además, la narrativa de que el absentismo ha aumentado drásticamente desde la pandemia es desmentida en parte por estos datos. El 51.7% de las empresas encuestadas indican que las ausencias se han mantenido estables desde la crisis del COVID-19, mientras que un 33.5% confiesa haber visto un incremento en los niveles de absentismo desde entonces. Solo un 14.7% considera que ha disminuido.

Gastos y bajas prolongadas

El análisis de las prestaciones por incapacidad temporal muestra un aumento de aproximadamente 15% anual desde la pandemia. Sin embargo, este incremento es casi idéntico al que se registró en los años previos. La cifra que destaca es el aumento en las bajas de larga duración, que se dispararon de unas 34,000 en 2019 a casi 142,000 en 2025, fenómeno que algunos expertos vinculan a los problemas de atención en el sistema de salud pública.

Disparidad en el impacto del absentismo

El efecto del absentismo no se distribuye equitativamente entre empresas de distintos tamaños y sectores. El estudio concluye que el problema se agudiza en las organizaciones grandes, donde la percepción de absentismo es mayor a medida que aumenta el número de empleados. En este contexto, el absentismo en microempresas (menos de 9 trabajadores) se puntúa en 2.01, mientras que en grandes empresas (más de 250 empleados) se eleva a 3.63.

Estrategias para combatir el absentismo

Las empresas industriales experimentan el mayor problema de ausencias con un índice de 3.01, seguidas por la construcción (2.59), el comercio (1.98) y otros servicios (2.12). Para abordar este desafío, muchas microempresas optan por implementar flexibilidad horaria y medidas de conciliación, consideradas efectivas por el 59% de ellas. En contraste, las grandes empresas prefieren realizar un seguimiento sistemático del absentismo, acción valorada como clave por el 74% de ellas.

En resumen, el absentismo laboral sigue siendo un reto relevante en el entorno empresarial, pero también abre la puerta a nuevas oportunidades para mejorar la motivación y el compromiso de los empleados, convirtiéndose en un pilar fundamental para el éxito empresarial.