“Impacto del Código Fiscal en la Aumento de la Desigualdad Económica”

“Impacto del Código Fiscal en la Aumento de la Desigualdad Económica”

En Europa, la situación económica actual ha llevado a muchos gobiernos a considerar la implementación de nuevos impuestos dirigidos a los más ricos. Con la creciente desigualdad de ingresos en las últimas décadas, la brecha entre los pobres y los ricos se ha ampliado notablemente. La lógica detrás de esta medida sostiene que gravar a los principales contribuyentes no solo generará ingresos adicionales, sino que también contribuirá a construir sociedades más equitativas. La proliferación de multimillonarios en el mundo intensifica esta percepción, sugiriendo que los recursos están concentrados en manos de unos pocos privilegiados.

Por ejemplo, en Francia, un notable 86 % de la población se mostró a favor de un impuesto del 2 % sobre los patrimonios superiores a 100 millones de euros, popularizando lo que se ha denominado el «impuesto Zucman», inspirado en la idea de «justicia fiscal».

Entendiendo la complejidad de la desigualdad

Medir la desigualdad de ingresos a lo largo del tiempo es una tarea compleja, y realizar comparaciones entre países presenta aún más desafíos. Recientemente, estudios sobre las discrepancias en Estados Unidos han sido cuestionados, lo que pone de manifiesto que los detalles fiscales son cruciales. En una investigación que pronto se publicará en el Journal of the European Economic Association, se examinan los ingresos provenientes de la propiedad empresarial, una fuente crucial para las rentas elevadas. Junto a académicos de renombre como Wojciech Kopczuk y Annette Alstadsæter, analizamos cómo se gravan estos ingresos y el impacto que esto tiene en las cifras de desigualdad.

La relevancia de este análisis es evidente, ya que los individuos con patrimonios granados generan una proporción significativa de sus ingresos de las participaciones empresariales. En el 0,1 % de los ingresos más altos, las rentas empresariales representan alrededor del 80 % de sus ganancias, en contraste con un 15 % que proviene de salarios.

El caso Noruego y su impacto fiscal

Noruega, reconocido como uno de los países más igualitarios, brinda un fascinante estudio de caso sobre cómo los ingresos corporativos y las reformas fiscales pueden influir en la desigualdad. En 2006, Noruega introdujo un impuesto del 28 % sobre los dividendos, que anteriormente eran exentos. Este cambio creó un fuerte incentivo para que las empresas retuvieran beneficios en lugar de distribuirlos entre los accionistas.

El impacto de esta reforma fue notable. Analizamos las declaraciones tributarias de aproximadamente 4,93 millones de residentes adultos y los estados financieros de más de 313,000 empresas, utilizando un registro que permite vincular cada empresa con sus propietarios. Antes de la reforma, los pagos de dividendos alcanzaron un máximo en 2005, pero tras el cambio, las empresas comenzaron a retener más beneficios.

¿Qué nos dice esto sobre la desigualdad?

El efecto de esta reforma sobre la desigualdad es multifacético. Tradicionalmente, los ingresos corporativos se gravan sobre la base de los beneficios distribuidos. Alternativamente, un sistema basado en beneficios devengados exigiría que se declararan los ingresos independientemente de su distribución. En Noruega, al ignorar los beneficios retenidos, parece que la reforma redujo la brecha entre ricos y pobres, presentando un éxito aparente para las políticas de equidad. Sin embargo, al considerar los beneficios no distribuidos, se observa que la desigualdad permanece prácticamentesin cambios.

Estos hallazgos alimentan el debate global sobre cómo medir la desigualdad. Durante años, las conclusiones de economistas franceses que sostenían un incremento de la desigualdad en Estados Unidos fueron aceptadas como un hecho. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que la desigualdad post-impuestos se ha mantenido estable desde la década de 1960, desafiando nociones previas.

Los resultados de nuestro análisis muestran que, si bien las mediciones de desigualdad suelen centrarse en las declaraciones de impuestos individuales, la falta de atención a los ingresos empresariales podría distorsionar la realidad. Países como Noruega, que cuentan con registros exhaustivos de accionistas, permiten un análisis más profundo, un enfoque que muchos otros países aún no han adoptado.

Reflexiones finales

Una mayor comprensión de cómo se estructuran y gravan los ingresos puede cambiar la forma en que se percibe la desigualdad. Sin dudas, los registros exhaustivos son una herramienta fundamental para mejorar nuestras mediciones y, en consecuencia, informar mejores políticas fiscales que promuevan una verdadera justicia social.

Martin Jacob, profesor del IESE, continúa explorando estas cuestiones desde una perspectiva económica y social.