Entre los diversos elementos que pueden influir en el retorno de inversión a largo plazo, el concepto de creación de valor se erige como uno de los más significativos para entender el alpha, o el exceso de retorno sobre el mercado. Las empresas que logran crear valor de forma sostenible a lo largo del tiempo han demostrado consistentemente su capacidad para superar al mercado. Sin embargo, el verdadero debate radica en qué factores constituyen esta creación de valor.
La Importancia del Equipo Directivo
Jim Collins, en su aclamado libro De buena a grandiosa, identifica a la calidad del equipo directivo como un componente clave de la creación de valor. Siguiendo la línea de pensamiento de Charles Darwin, se podría afirmar que las empresas que prosperan no son necesariamente las más fuertes o rápidas, sino aquellas que mejor se adaptan a los cambios del entorno. Esta capacidad de adaptación es crucial y, en gran medida, está determinada por la efectividad del equipo directivo.
Un ejemplo claro de esta dinámica es Nokia, que una vez fue el líder indiscutible en el mercado de teléfonos móviles. Aunque su calidad era indiscutible, su equipo directivo no supo adaptarse ante la llegada de los smartphones, lo que llevó a la compañía a una caída casi vertiginosa en su participación de mercado.
Similarmente, Kodak, pionera en fotografía, inventó la cámara digital, que eventualmente contribuiría a su declive. El miedo a canibalizar su negocio tradicional impidió que apostaran con firmeza por esta tecnología disruptiva.
Éxitos que Inspiran
En contraste, Microsoft ha tenido un resurgir notable bajo el liderazgo de Satya Nadella. Durante la gestión de Steve Ballmer, la compañía apenas creció un 6,10% anualizado, quedando por debajo del 6,70% del S&P 500. Sin embargo, desde la llegada de Nadella, Microsoft ha aumentado su valor en un 30,6% anualizado, superando sustancialmente el rendimiento del índice.
Bajo Nadella, Microsoft ha apostado por la digitalización, enfocándose en áreas como el cloud computing, la inteligencia artificial y el social networking. Esta visión clara y la capacidad de adaptación han permitido que Microsoft mantenga su estatus de gigante en el sector.
Elementos Clave en la Creación de Valor
Es fundamental destacar que un equipo directivo competente es necesario, pero no suficiente. Otros factores como la calidad del negocio y su valoración son igualmente cruciales. La combinación de estos elementos define, en gran medida, el concepto de creación de valor en inversión.
Warren Buffett acertadamente señala que cuando un equipo directivo brillante toma las riendas de una empresa con fundamentos débiles, son estos últimos los que prevalecen. La calidad del equipo es, sin duda, un diferenciador clave, pero la solidez del negocio también juega un papel vital en su supervivencia.
Estrategia de Inversión Sensata
Finalmente, confiar exclusivamente en la valoración del negocio puede ser una estrategia arriesgada a largo plazo. Invertir únicamente en empresas que parecen baratas podría llevar a errores significativos, ya que muchos de estos negocios están en declive debido a una mala gestión o falta de adaptación.
La estrategia más acertada es invertir en empresas sobresalientes que presenten excelentes perspectivas de crecimiento, alta rentabilidad sobre el capital y liderazgos competentes y proactivos. Esto, unido a un precio atractivo, garantiza una aproximación más sensata y efectiva en el mundo de la inversión.
Álvaro Jiménez es gestor de inversiones en Gesconsult.
