En Madrid, la icónica avenida Serrano, conocida por su lujo, y en las viviendas más accesibles de los barrios universitarios de Segovia, los inversionistas mexicanos están marcando el pulso del desarrollo inmobiliario en España. Con un ritmo acelerado y cada vez más fuerte, estos inversionistas están liderando en proyectos comerciales, residenciales y turísticos. Su interés se debe a la solidez de la economía española en medio de las incertidumbres globales y a los lazos culturales que comparten con este país.
Un liderazgo significativo en inversión
A pesar de las tensiones históricas desde la era colonial, México se alzó en 2024 como el mayor inversor latinoamericano en España, con una impresionante cifra de 33.900 millones de euros, lo que representa el 50,2% del total, según datos de ICEX-Invest in Spain y la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB). Este crecimiento se produce a pesar de que la presidenta Claudia Sheinbaum, al igual que su predecesor Andrés Manuel López Obrador, ha demandado a la Corona española por un reconocimiento y una disculpa por los estragos ocasionados durante la Conquista, un paso que consideran esencial para avanzar diplomáticamente.
Argentina ocupó el segundo lugar, aportando 10.568 millones de euros (15,8% del total), seguida de Brasil con 6.144 millones, Colombia con 6.022 millones y Uruguay con 3.606 millones. Las empresas de inversión esperan que esta tendencia continúe, iluminando el camino en un clima de tensiones comerciales y geopolíticas que también afectan a Europa.
Visión de los expertos en inversión
Luis Llaca, director de Cross Border España-México en CBRE, una firme referencia en gestión patrimonial, señala el creciente interés de los mexicanos en activos revalorizables. «El aumento de los precios de las propiedades, combinado con la disminución de las tasas de interés, estimula al inversionista a aprovechar esta oportunidad. Además, hay una notable demanda por espacios comerciales y residencias, lo que crea una perspectiva de inversión más atractiva a mediano y largo plazo», aclara desde su oficina en Madrid.
Sin embargo, este auge no es bien recibido por todos. Los residentes de los barrios tradicionales alertan sobre el aumento de alquileres y el desalojo de viviendas asequibles, mientras que el anuncio de la empresa mexicana Be Grand, que adquirió una torre de oficinas en el corazón de Madrid para transformarla en departamentos lujosos, desencadenó reacciones negativas en las redes sociales en medio de una crisis de vivienda.
Economía española en crecimiento
Según Llaca, el perfil del inversionista mexicano que está diversificando su patrimonio se compone principalmente de family offices, que administran las finanzas de familias adineradas. Estos inversionistas, que prefieren el mercado español por su estabilidad, han buscado principalmente propiedades en ciudades como Madrid, donde la calidad de vida y la oferta urbanística son atractivas. «El sector retail, especialmente en las exclusivas calles de Serrano y Ortega y Gasset, se asemeja a lo que tenemos en México, en lugares como Masaryk», añade.
Las cifras de CBRE revelan que el capital latinoamericano ha incrementado su participación en el sector inmobiliario español, alcanzando un notable 3,7% en 2024, la cifra más alta registrada hasta ahora. Aunque Madrid concentra la mayor actividad, otras ciudades como Barcelona, Valencia, Málaga y Bilbao están cobrando protagonismo. Desde 2019, México y Brasil han destacado en este sector, con inversiones de 1.003 y 340 millones de euros respectivamente, sumando casi tres cuartas partes del total transaccionado en ese periodo.
Perspectivas futuras en medio de la incertidumbre
A pesar de la incertidumbre global, las proyecciones económicas para España son optimistas, con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) que se prevé supere el 2,9% al cierre del año, según analistas. En contraste, se anticipa que México enfrentará un panorama más complejo, proyectándose como la economía de menor crecimiento en Latinoamérica para 2025.
“Mientras economías como las de Estados Unidos, España y Portugal han mostrado una mayor resiliencia, México ha lidiado con diversos momentos de incertidumbre”, sostiene Felipe Juncal, economista de Citi. La revisión del TMEC el próximo año será clave para estabilizar las decisiones de inversión en México.
Así, el sector inmobiliario español se enfrenta a nuevas oportunidades, impulsado por un creciente interés y una escasa oferta de viviendas, lo que atrae a inversionistas extranjeros. No obstante, como aclara Llaca, no se observa una traslación masiva de capitales de México a España. “La diversificación es la clave. Cuando surge una economía vibrante como la española, atrae la atención de aquellos que buscan cuidar su patrimonio”, concluye.
